Pepe
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Impuestos, como su propio nombre indica: pagos por imposición coactiva desde el poder para, en esencia, atender necesidades que garanticen el bien común. Obligación de contribuir, pero para unos fines tasados y, de alguna forma, consensuados a través del control que ejercen nuestros representantes políticos (Leyes) y órganos de control establecidos (como el Tribunal de Cuentas).
El problema viene cuando, esas contribuciones, se dedican a fines no tasados ni previstos legalmente, cuando se destinan a fines espurios y se da lo que llamamos malversación.
Ningún ciudadano puede ni debe negarse a pagar impuestos... pero todos, absolutamente todos, estamos legitimados para EXIGIR que se destinen a los fines debidos.
No es de recibo que este des-gobierno trate de hacer la vista gorda ante un delito cometido contra los sacrificios, vía impuestos, de todos.
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