Crónica económica

El FMI le llama la atención a De Guindos

El informe preliminar, que ha salido en la tarde de este miércoles, traza un croquis de la situación de nuestro sector financiero del que no sale del todo mal parado. Reconoce la labor que está realizando el Gobierno, cree que está bien encaminada, pero le urge a que acelere el proceso de reformas porque un deterioro en el contexto internacional podría suponer un duro revés incluso para las entidades más saneadas.

Comienza reconociendo la grave situación, pero apunta a las mayores debilidades: “Los riesgos significativos derivados del sector inmobiliario, que se han materializado en el sector de cajas de ahorro, han puesto de manifiesto debilidades en el marco regulatorio, y una excesiva dependencia de la financiación mayorista”.

Pero se está produciendo “una muy sustantiva y necesaria restructuración del sector de cajas de ahorro”, que han pasado de 45 a 11. Se han aumentado los requerimientos de provisiones bancarias, para hacer frente a las pérdidas que habrán de asumir cuando reconozcan en sus libros el valor de sus activos inmobiliarios. “Sin embargo”, señala, “será difícil para algunos bancos cumplir con estos nuevos requerimientos y la percepción de los mercados sobre los crecientes riesgos soberanos y del sector bancario puede añadir presiones adicionales sobre los bancos”.

“Los bancos de mayor tamaño están suficientemente capitalizados y tienen una rentabilidad sólida”, dice el FMI. Los grandes, sí, pero no todos. Atención a las palabras dedicadas a las diez entidades más débiles, que han recibido ayudas públicas: “Cinco de estos bancos han sido ya adquiridos o se han fusionado con otras entidades solventes. Tres se encuentran en proceso de ser subastados y los dos restantes han remitido planes de negocio que han sido aprobados por el supervisor. Con el fin de preservar la estabilidad financiera, es esencial que estos bancos, y en particular el de mayor tamaño, tomen medidas rápidas y decisivas para fortalecer sus balances y mejorar su gestión y su gobierno corporativo”. “En particular el de mayor tamaño”, en clara referencia a Bankia.

Todo va en el buen sentido, pero “a menos que se produzca un saneamiento rápido y adecuado de balances en las instituciones débiles, los bancos solventes sufrirán innecesariamente por una continuada pérdida de confianza de los mercados en el sector bancario”. Y por eso pide “medidas rápidas y decisivas”.

Es decir, que le da a Luis de Guindos, ministro de Economía, un aprobado pendiente de una revaluación. Estamos en el buen camino pero, o forzamos la marcha, o nos puede pillar el toro. Y si llega el caso no habrá supremo arte del toreo que nos pueda salvar.