El chivato

El teatro es caro

Es ya una costumbre entre gentes –sobre todas jóvenes- de esas que gastan sus dineros en “divertirse mogollón”, afirmar que “les gusta mucho el teatro pero… es tan caro…”

¿Sabrán esos ahorradores ausentes perennes del gozo teatral, lo enriquecedor, divertido y económico que resulta y resultó el teatro en estos y en todos los tiempos? El teatro; sus obras y obreros, aportan Cultura –con mayúscula-, fomentan el enriquecimiento del lenguaje y sus formas de expresión; y muestran diferentes perspectivas del comportamiento humano. Nada es comparable a la capacidad de diversión que ofrecen unos cómicos, desde el escenario, cuando representan el buen teatro de siempre y, ningún otro medio ofrece una realidad tan cercana por más de seis euros y menos de treinta.

Es cierto que nuestra organización social, alejada de la naturaleza como está, ofrece diferentes posibilidades para el regodeo; desde el asequible botellón; donde la banda se pone, hasta los más ostentosos círculos con polvos de distinta naturaleza, asegurados por quienes organizan dichos cenáculos.

El fútbol espectáculo es otra expansión en boga, que no deporte, enfrentada con el teatro por mor (aféresis de amor, humor y temor) de la tropa informativa de todos los medios, tan proclives ellos a amodorrar las opiniones políticas y culturales del personal y enardecer su natural beligerante con dimes, diretes y chismorreos pseudodeportivos de los contendientes “millonetis”. En una reciente confrontación entre equipos de la primera división, la localidad más barata costaba cien euros y… a nadie le pareció caro; y… todos los medios lo anunciaron gratis con todo detalle. Al teatro le cuesta tanto que lo anuncien… Y luego dicen que el teatro es caro…