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Liga Conferencia. El peor Rayo vuelve de Suecia con un punto y una lección europea

(Foto: EFE).

FASE LIGA | JORNADA 2

Diego García | Jueves 23 de octubre de 2025
Mal partido del equipo de Íñigo Pérez. Sin actitud, fueron superados y remontados por el Hacken. Rascaron un empate de penalti en el último minuto (2-2). Europa no permite relajación.

Pasado el éxtasis del ansiado debut en la Liga Conferencia, el Rayo Vallecano saboreó este jueves la realidad de la exigencia que conlleva jugar en las competiciones europeas. Estrenó el pasaporte para competir en Gotemburgo y allí descubrió que en el Viejo Continente no vale emplearse a medio gas. En su debut en esta competición dominaron y ganaron al Shkendija porque, entre otras cosas, aplicaron toda la intensidad y concentración necesarias. Esta tarde, por el contrario, no fueron a por todas y casi les cuesta un disgusto severo en forma de derrota ante el Häcken, que actualmente es el noveno clasificado de la liga sueca, venía de empatar ante el débil Shelbourne en la jornada inaugural y sacó su billete para esta cita al haber conquistado, contra todo pronóstico, la Copa de su país.

Íñigo Pérez lleva desde el comienzo del curso repartiendo esfuerzos y ejecutando rotaciones. Deben simultanear tres torneos (LaLiga, Copa del Rey y Conference League), así que tener a toda la plantilla implicada y lo más descansada posible parece la manera más lógica de viajar por el calendario. En consecuencia, en este evento reprodujo la alineación que hasta la fecha había salido a flote en esta competición continental. Óscar Trejo volvió a la titularidad ('regalo' por haber estado en las canutas del club), Iván Balliu al lateral diestro, el 'Pacha' Espino al izquierdo y Jozhua Vertrouwd, al centro de la defensa. Y como se sabían en el rol de visitantes, quiso asegurar el equilibrio juntando en el eje a Gerard Gumbau y a Pathé Ciss.

Salvador Batalla

Metió más cemento del habitual para protegerse el técnico español... y no le salió como esperaba. La pelota no fluía como es característico en su propuesta al no contar con un distribuidor certificado en la base de las jugadas y, para más inri, no se cerraban con eficacia. Además, no saltaron al césped con la motivación e implicación necesarias. Esa mezcla les metió en la centrifugadora preparada por el bloque entrenado por Jens Gustafsson. Los escandinavos se sabían inferiores en cuanto a la calidad técnica (el propio técnico aseguró en la previa que temía la velocidad de balón de los vallecanos), así que pusieron sobre la mesa una intensidad espectacular. Sin complejos, presionaron a cancha completa y sembraron una guerra de guerrillas que no dejó casi nunca al Rayo la comodidad de la posesión.

El escenario se tornó a toda velocidad para los favoritos en una encerrona imposible de domar. Tal fue el desaguisado que al descanso habían concedido ocho remates, la gran mayoría de ellos muy claros. Ocurrió que la táctica tampoco sostuvo a los españoles: los extremos no ayudaban al 'Pacha' y a Balliu, por lo que los locales avanzaban sin dificultades por los costados, sobre todo por la banda derecha, en la que volaba el carrilero Julius Lindberg. Y Gumbau no tuvo su día en cuanto a orden y achique. Por ende, el Häcken circuló según pautaban el mediocentro Silas Andersen (que pasó por la cantera del Inter de Milán) y el mediapunta Mikkel Rygaard (el mejor dotado de su delegación). Augusto Batalla vió cómo la solvencia demostrada por sus compañeros en LaLiga se tornó en inestabilidad y desajuste. Casi cada pérdida se transformaba en un relámpago que terminaba en el área del meta argentino.

Para colmo, en el prólogo los visitantes acumularon pérdidas en campo propio. De ahí nacieron dos manos a mano solventados porque Batalla salió con frenesí a tapar los remates nítidos de Adrian Svanbäck -chutó rozando el palo en el minuto cinco- y de Rygaard -minuto 12-. El joven Vertrouwd hubo de multiplicarse para disimular el discreto desempeño de Espino y realizó varias intervenciones in extremis, de valor gol. La más destacada ocurrió en el nueve, cuando se cruzó para arrebatarle el tanto al punta Isak Bursberg. Florian Lejeune, el pilar de la línea defensiva, también brilló con acciones de urgencia como en la que le negó a Pontus Dahbo otro cara a cara con Batalla -minuto 14-.

Se había desatado una catástrofe para ese sistema que encadenaba tres triunfos seguidos y un sólo gol encajado en sus cuatro partidos previos. Venían, de hecho, de plantar bandera en los feudos de Real Sociedad y Levante, pero esa solvencia estructural había quedado borrada del mapa en el estadio Gamla Ullevi. El primer tiempo resultó un auténtico sinvivir para Íñigo Pérez. Sus muchachos llegaban tarde a los balones divididos, perdían los duelos y no lograban igualar la electricidad local (nutrida porque en el torneo doméstico ya han disputado 27 jornadas, hecho que les colocó en una superioridad física palpable). Pero como el fútbol es, a veces, indescifrable, la primera llegada a portería 'rayista' significó el 0-1. En el 15 Balliu pintó un pase en profundidad maravilloso, Sergio Camello se escapó a la espalda de la retaguardia rival y Álvaro García marcó a placer, llegando sin marca en el segundo poste.

Reacción final del Rayo

Esa estupenda jugada, que subrayó la primacía técnica de los ibéricos, desniveló el marcador pero no frenó la inercia. La verticalidad sueca, un tanto descontrolada y plena de movilidad, prosiguió su armónica destrucción de la consistencia vallecana. El repiqueteo de llegadas suecas hasta la línea de fondo no aflojó y la lógica acabaría por imponerse. En el 17 Bursberg perdonó, con todo a favor, un regalo de Ciss dentro del área; mas en el 41 Lindberg trazó una diagonal permitida por la flacidez franjirroja y conectó un punterazo ajustado y directo a las mallas. Aun así, el Rayo casi se adelantó de nuevo antes de conducirse al intermedio: en el 25 Álvaro obligó al portero Etrit Berisha a sacar de la cepa del palo un latigazo cruzado y en el 43, en la primera circulación visitante ágil y melódica Trejo pidió un penalti.

No pescaron los madrileños, que casi se quedan sin su capitán porque se jugó la segunda amarilla en el final del primer acto. No volvería en la reanudación Trejo. Pérez le relevó por Jorge de Frutos y el desconectado Isi Palazón pasó de la derecha al centro, en un movimiento que llamó a cambiar. Sin embargo, los visitantes siguieron sin acelerar sus pulsaciones y el caos defensivo amplió su extensión en un segundo tiempo que confirmaría que éste iba a ser uno de los peores partidos del año 'rayista'. Sin la tensión razonable (señalado Isi), les costó controlar el desconcierto y siguieron perdidos en el ejercicio defensivo. Así es complicado sobrevivir en Europa y en el minuto 56 el Häcken completó la remontada. El enésimo robo alto de la presión escandinava derivó en un centro venenoso del omniperesente Lindberg que embocó a placer Bursberg.

Ya en desventaja, el Rayo al fin despertó. Le vinieron bien los cambios, con los que se reconfiguró el verdadero once ideal. Comparecieron Pedro Díaz, Alemao, Fran Pérez y Andrei Ratiu. Y apareció también la intensidad. De inmediato el guión cambió y los favoritos tomaron las riendas del choque, en un esfuerzo apresurado por, al menos, arrancar un punto que maquillase la inesperada debacle. Sólo en ese arreón postrero fabricaron ocho disparos y, por supuesto, desarbolaron a los locales. De Frutos abrió fuego con un intento desviado mientras que Berisha transmitía dudas; Álvaro chutó fuera de tino cuando llovían centros laterales sobre el área del Häcken; en el 71 Espino pintó una volea bombeada desde el pico del área que se estrelló en el larguero; y acto y seguido Pedro lo intentó desde su campo para que el guardameta albanés despejara como pudiese y, en el 84, conectó un trallazo que Berisha detuvo con problemas.

No llegaba a la orilla la reacción de los representantes de 'La Franja'. Valga añadir como contexto que el estado de césped, pesado e inestable, y el arbitraje no les ayudaron. Finalizaron con cuatro atacantes al tiempo que Gustafsson echó el cerrojo con cinco zagueros. Sólo pudieron esquivar su encierro los locales con un cañonazo de Samuel Leach Holm, en una falta frontal, que desperezó a Batalla -minuto 82-. Así pues, con las cartas sobre la mesa y el minutaje apretando, el conjunto español entró en el terreno de la épica y llamó a la puerta sin éxito antes del minuto 94. La tremenda volea de De Frutos sólo bordeó la madera y Fran Pérez malgastó un córner ratonero de Pedro. Mas cuando se estaba consumiendo el amplio descuento apareció la luz. En el 97 Olle Samuelsson cortó un zurdazo de Álvaro con un plantillazo y el VAR señaló penalti. Y en la última jugada, Ratiu facturó las tablas para que los 400 valientes que les acompañaron desde Vallecas no regresaran de vacío y para endulzar el desconcertante tropiezo.

Ficha técnica

2- Häcken: Etrit Berisha; Lundqvist, Helander, Samuelsson, Lindberg (Wembangomo, min. 91); Silas Andersen (Holm, min. 67), Gustafson, Rygaard (Hammar, min. 91); Dahbo (Layouni, min. 77), Svanbäck y Brusberg (Dembe, min. 91).
2- Rayo: Batalla; 'Pacha' Espino, Vertrouwd (Pedro Díaz, min. 67), Florian Lejeune, Balliu; Gumbau (Ratiu, min. 80), Pathe Ciss, Trejo (De Frutos, min. 46); Isi Palazón (Alemao, min. 67), Álvaro García y Camello (Fran Pérez, min. 67).
Goles: 0-1, min. 15: Álvaro García; 1-1, min. 41: Lindberg; 2-1, min. 56: Brusberg; 2-2, min. 103: Ratiu (penalti).
Árbitro: Antoni Bandić (Bosnia y Herzegovina). Expulsó a Pep Chavarría (en la banda) y amonestó a Lindberg, Trejo, Alemao, Helander, Etrit Berisha, De Frutos, Ratiu, Batalla y Layouni.
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada de la Fase Liga de la Liga Conferencia, disputado en el estadio Gamla Ullevi (Gotemburgo, Suecia).

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