Bielorrusia sin cambios
Izabela Barlinska
x
ibarlinskaelimparciales/11/1/11/23
jueves 04 de octubre de 2012, 19:51h
26 de septiembre tuvieron lugar unas elecciones a la Cámara de Representantes del Parlamento bielorruso que no cambiaron nada: los seguidores del presidente Aleksander Lukashenka ganaron todos los escaños. La mayor parte del nuevo parlamento la constituyen los empleados del sector público y los funcionarios; los demás son unos pocos representantes de partidos políticos que apoyan al régimen político actual.
Al igual que en las elecciones anteriores en 2008, también esta vez la oposición no ganó ninguno de los 110 escaños. Parece, sin embargo, que una parte de culpa la tiene la oposición misma que no fue capaz de proponer un programa electoral. La campaña electoral una vez más puso de manifiesto la debilidad de la oposición bielorrusa y su incapacidad para desarrollar una posición unificada. Los opositores al régimen estuvieron divididos entre partidarios del boicot de las elecciones argumentando que no hay posibilidad de lucha política real, y partidarios de la participación en las elecciones con fin de iniciar el diálogo con Lukashenka. Al final, este dilema se a convirtió en el tema principal de la campaña electoral de la oposición y debilitó aún más la eficacia de la agitación de los representantes de las fuerzas democráticas.
La mayoría de la sociedad, reconociendo la escasa importancia tanto de sus votos como del parlamento, no expresó ningún interés en las elecciones. Por lo tanto, la gran mayoría de los electores votó por costumbre o por temor a las consecuencias en el lugar de trabajo o escuela.
La baja actividad de la oposición y la apática opinión pública hizo que el régimen se limitara a unos pocos actos de represión y a evitar el acceso a los medios de comunicación de los opositores que pudieron incitar el boicot de las elecciones. Al mismo tiempo, los líderes de la oposición por primera vez decidieron no organizar las manifestaciones posteriores a las elecciones temiendo una repetición de los dramáticos acontecimientos de las últimas elecciones presidenciales en diciembre de 2010.
En opinión de los observadores independientes, la votación fue manipulada, se infló la participación que oficialmente se situó en el 74%, y algunos miembros de las comisiones electorales impidieron el control sobre el recuento de los votos.
A pesar del ambiente relativamente pacífico, las elecciones parlamentarias bielorrusas no cumplieron las normas democráticas, y en consecuencia, de nuevo parlamento (como el anterior) no está reconocido por la Unión Europea y la mayoría de las organizaciones internacionales. El aislamiento internacional de Bielorrusia se mantiene y no habrá reanudación del diálogo entre Minsk y Bruselas. Como resultado, Bielorrusia seguirá dependiendo del apoyo de Rusia, su único prestamista y proveedor de los recursos energéticos.
Politóloga
IZABELA BARLINSKA es Doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid e investigadora asociada de Analistas Socio-Políticos
|
ibarlinskaelimparciales/11/1/11/23
|