¿A dónde irá Georgia después de las elecciones?
Izabela Barlinska
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ibarlinskaelimparciales/11/1/11/23
lunes 22 de octubre de 2012, 20:00h
Georgia ha cuadruplicado su PIB en los últimos 10 años y tiene previsto un crecimiento superior al 7% en el segundo trimestre de 2012 - una de las tasas más altas a nivel mundial.
Se mantiene un fuerte impulso de las reformas y progresan sus negociaciones con la UE sobre el Acuerdo de Asociación, libre comercio y liberalización de visados. Además, se está estudiando la posibilidad de un Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos.
A pesar de estos éxitos, en las últimas elecciones parlamentarias ha ganado un bloque de la oposición llamado el Sueño de Georgia, respaldada por un enigmático multimillonario Bidzina Ivanishvili que se hizo rico durante el proceso de privatización en Rusia en los tiempos de Yeltsin. Los diversos factores que influyeron este resultado electoral incluyen: la fatiga general de la sociedad de las reformas llevadas a cabo durante casi una década así como de las manifestaciones de prepotencia y abuso de poder del gobierno; los problemas sociales sin resolver; el cambio generacional - la movilización de los estudiantes universitarios, que ya no recuerdan a la Georgia comunista, y exigen cambios rápidos; y, además, una campaña llamativa y eficaz del Sueño de Georgia.
El resultado de la elección significa el fin de la dominación del Movimiento Nacional Unido y del presidente Mijail Saakashvili, quien entró en la escena política de Georgia con la revolución de las rosas en 2003 y llevó a cabo una transformación profunda del país.
Los resultados no han sido cuestionados por ninguna de las partes y, después de las tensiones pre-electorales, la votación fue pacífica. Por lo tanto, a pesar de los temores generalizados, tanto los votantes como la élite gobernante centrada en torno al presidente han pasado la prueba de la democracia.
Saakashvili ha asegurado su admirable legado reformista y demolido las acusaciones de tener ambiciones parecidas a las de Putin. Todos los observadores subrayan que por primera vez en el Cáucaso post-soviético ha tenido lugar un cambio de gobierno como resultado de las elecciones democráticas.
Antes de las elecciones, el Sueño de Georgia declaró que continuará la política pro-occidental en términos tanto internacionales como nacionales. En la práctica, se espera que el nuevo líder establezca y desarrolle la cooperación con Rusia mientras que en la escena doméstica intentará sustituir la élite gobernante anterior. Georgia entra en una nueva fase, posiblemente aguda, de conflicto interno, y comienza el proceso de su re-definición política. Ojala, fiel a los ideales de la revolución de las rosas.
Politóloga
IZABELA BARLINSKA es Doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid e investigadora asociada de Analistas Socio-Políticos
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