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RESEÑA

Diego Trelles Paz: Bioy

domingo 04 de noviembre de 2012, 13:58h
Diego Trelles Paz: Bioy. Premio Francisco Casavella 2012. Destino. Barcelona, 2012. 304 páginas. 17 €
Diego Trelles Paz trenza en su novela diversas tramas, escenas terribles de una guerra injusta y cruel. Se configura un entramado muy complejo de criminales cuyo fondo de actuación es el régimen de Fujimori y la lucha militar contra Sendero Luminoso. La narración se restaura en un segundo telón de acción que recoge los testimonios y las consecuencias de aquel tiempo atroz en la primera década del siglo XXI. El autor consigue provocar en el lector una tensión irracional que le impide dejar de leer pese a las aborrecibles imágenes. La estética del distanciamiento brechtiano o la del esperpento de Valle se aproximan a lo que este joven autor peruano persigue en su obra: la plasmación salvaje y en bruto de la realidad humana y su camino imparable hacia la destrucción.

Esta obra es un ejercicio inclemente para sacar a la luz lo más monstruoso y repugnante del hombre en el terrible entorno del terrorismo. De estilo ágil, rápido y directo, Trelles Paz consigue ahogar al lector en un pozo de angustia y desesperación no apto para cualquiera. Él mismo lo advierte en la primera página: “Usted -ama de casa, señor honorable, digno empresario- no debe seguir leyendo. Cambie de libro. Cambie de autor”. Bioy contiene insistentes reflexiones metaliterarias que rechazan la concepción de la literatura como vía de escape. Se defiende un arte capaz de llevar a la catarsis. Un medio por el que el alma del lector quede empozada y se enfrente desde este descenso a sus propios miedos y angustias. A su yo. A sus esquemas. Y consiga traicionarlos para ascender y encontrarse. Trelles Paz experimenta nuevos caminos literarios, mezclando los efectos del cine con descripciones de lo que haría una cámara, el género del blog, con entradas reales y con un estilo cibernético, el monólogo interior obsesivo y paranoico, el diálogo, los sueños y numerosos apartes.

Todos los personajes sufren la perversión del vicio. Son víctimas inconscientes de sus propias debilidades. Elsa se condena por su amor a Abel, que la inicia en un camino sin retorno en el grupo terrorista. Hurtado, el policía infiltrado en la banda de criminales, se condena por la droga y por su irreflexiva pasión por Cristal, la prostituta menor de edad. Él mismo firma su pena de muerte cuando, inmerso en la paranoia de la droga, empieza a dudar de su condición, de sus orígenes y de su familia. María de Jesús se sentencia debido a la soledad no aceptada tras su viudedad y su entrega al alcoholismo. Marcos es la verdadera víctima de una guerra que le marca desde su nacimiento. Su vida está condicionada por su obsesión de vengar lo que le hicieron a su familia.

Bioy, el criminal más sanguinario de Lima, es un personaje incorruptible en sus cánones de violencia y degeneración humana. Vive irracionalmente una vida de excesos, pero nunca se traiciona. Elsa, la joven violada, padece todo tipo de torturas sin quebrantar su amor por Abel ni la alianza con sus camaradas. El supuesto hijo de ambos, Marcos, les vengará.

La obra, mosaico de escenas atroces, retrato vivo del horror, encierra algunas intenciones humanas, como el deseo de Marcos de hacer justicia: “Pero entonces uno recuerda las sabias palabras del poeta peruano y la duda más oscura se empoza entre el corazón y la frente. Porque es el azar lo único permanente en la vida de los hombres, porque está escrito que en Lima todo es posible, señores, de buenas a primeras sucede un cosa, y sanseacabó...”


Por María Jesús Paredes

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