Mariano Rajoy ha comparecido este lunes postelectoral en la sede nacional de la calle Génova para analizar, tras reunirse la Ejecutiva Nacional del Partido Popular, los resultados de los comicios municipales y autonómicos de este pasado domingo.
Rajoy ha descartado que vaya a llevar a cabo cambios en el Ejecutivo y en el PP tras los resultados del domingo y tras las que asume que
serán necesarios pactos en muchos territorios, pero advierte de que
no puede haber exigencias previas a la negociación. En la que ha sido
su primera comparecencia en este escenario desde mayo de 2012 y acompañado por los miembros de la cúpula del partido, entre ellos su "número dos",
María Dolores de Cospedal, el jefe del Ejecutivo ha considerado "incontestable" la victoria del PP en esas elecciones.
Ha destacado que ha aventajado en dos puntos al
PSOE, es la primera fuerza en concejales, ha ganado las municipales en la mayoría de las comunidades y provincias y en 39 capitales, y las autonómicas en nueve de las trece comunidades en las que se celebraron. Pero ha reconocido que
no puede estar satisfecho. "Negar esto sería tan absurdo como negar que hemos ganado las elecciones. No me voy a refugiar en haber sido el partido más votado.
Aspiramos a mucho más. Aspiramos a ser más próximos, más cercanos y comunicar más con los españoles", ha expuesto Rajoy antes de considerar que los resultados merecen un análisis más tranquilo y detallado.
Pero en ese análisis ha ratificado su intención de
ser candidato a la reelección en las próximas generales y ha apuntado que no prevé hacer cambios en el PP ni en el Gobierno. "No me parece que el problema venga de cambiar o de dejar de cambiar", ha apostillado. Al plantearle si considera que sigue siendo el candidato idóneo ha apuntado: "creo que sí". Y ha dicho estar "muy cómodo y tranquilo" sobre esta cuestión.
A la espera de una reflexión en profundidad sobre el resultado del PP, ha reconocido que las
consecuencias de la crisis y los casos de corrupción que han afectado a dirigentes de su partido le han pasado factura.
Con los resultados en la mano, ha apostado por una estabilidad política que pasa por pactar con otros partidos. Y ante esa negociación que se avecina, ha afirmado que el PP va a ofrecer
pactos "transparentes y estables" donde no tenga mayoría y defenderá siempre que gobierne la lista más votada. Pero ha advertido de que tiene "poco sentido" entrar en una discusión preliminar sobre exigencias concretas, como "el famoso debate de Chaves y Griñán", en alusión a las demanda de Ciudadanos a Susana Díaz de que esos dos dirigentes renuncien a sus cargos para apoyar su investidura como presidenta andaluza. A su juicio, otras exigencias como la de hacer primarias (como defiende Ciudadanos) no son "lo más apropiado" para iniciar conversaciones que requieren "cierta tranquilidad". El jefe del Ejecutivo ha explicado que, de momento, no ha hablado con ningún líder de otro partido tras los resultados del domingo.
Respecto a las opciones del PP en las generales, se ha mostrado "absolutamente convencido" de que los españoles sabrán reconocer el esfuerzo realizado para lograr la recuperación económica.
AutocríticaEl mensaje de los barones que han hablado a la salida de la reunión del Comité Ejecutivo ha sido unánime:
Algo se ha hecho mal, la marca PP genera rechazo y urge analizar lo ocurrido y tomar medidas correctoras antes de las elecciones generales. Entre ellas, la presidenta en funciones de Aragón,
Luis Fernanda Rudi, quien ha asumido que "el mapa azul se va a convertir en rojo" y ha recordado que ya hubo un aviso en las elecciones europeas del año pasado.
En la erosión de la marca PP han coincidido la presidenta del PP vasco,
Arantza Quiroga, y el presidente valenciano,
Alberto Fabra, quien ha reconocido la necesidad de cambiar cosas para mejorar la conexión con la sociedad, aunque "no necesariamente" hay que sustituir caras.
También el presidente en funciones de Baleares,
José Ramón Bauzá, ha pedido reconocer que "aquí ha pasado algo" y que en algo se ha equivocado el PP, pues de lo contrario no habría obtenido esos resultados. "Hay que analizar la situación, porque de los errores se aprende", ha declarado. A juicio del presidente de la Xunta,
Alberto Núñez Feijóo, el PP no puede "refugiarse" en la victoria, sino que debe "entender mejor" lo que les pide la ciudadanía y "acertar más" en las políticas y los mensajes.