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Múnich 1972

1972

Los Juegos disputados en la ciudad germanofederal de Múnich fueron directamente golpeados por el terrorismo cuando el 5 de septiembre de 1972 ocho palestinos entraron en la Villa Olímpica y causaron la muerte de 17 personas, entre ellas nueve atletas israelíes.

Un grupo de terroristas del movimiento "Septiembre Negro" palestino irrumpió ese día de madrugada en la Villa, saltando la valla con ayuda de algunos atletas que pensaban que volvían de una escapada nocturna. Tras alcanzar las dependencias de Israel, mataron a dos miembros de este equipo y tomaron a otros nueve atletas como rehenes.

Los terroristas exigieron la liberación de más de 200 prisioneros palestinos, un avión para trasladarse a El Cairo y dos helicópteros para ir al aeropuerto, condiciones, que tras horas de negociaciones, fueron, en apariencia, admitidas.

Sin embargo, con el grupo armado palestino en un aeródromo militar cercano a Múnich, francotiradores de la policía germana dispararon y mataron a tres terroristas.

Como respuesta, los palestinos asesinaron a los nueve rehenes israelíes y se desencadenó una batalla que finalizó con la muerte de otros dos terroristas y un policía.

La competición se paralizó durante 34 horas y los sangrientos sucesos eclipsaron, lógicamente, el desarrollo de los Juegos, en los que participaron 7.134 atletas de 121 países, que compitieron en 22 deportes.

El bloque africano se opuso a la presencia de los deportistas de Rodesia, por la política segregacionista del régimen de Pretoria, y su ausencia se sumó a las de Sudáfrica y la República Popular China.

De los 1.109 atletas que recibieron alguna medalla, alguno tuvo que devolverlas, como el nadador estadounidense Rick Demont, vencedor en los 400 y que tomaba un medicamento con efedrina, vetado en la lista antidopaje del COI. También fue descalificado por dopaje el ciclista español Jaime Huélamo, bronce en carrera de fondo en ruta.

En el cómputo final, la Unión Soviética logró 99 medallas, 50 de ellas de oro; Estados Unidos, 93, 33 de oro, y la República Democrática Alemana 66, con 20 de oro.

La natación superó al atletismo en número de plusmarcas y la gran figura de los Juegos fue el nadador estadounidense Mark Spitz, que logró 7 medallas de oro.

Estados Unidos sufrió un revés en atletismo, la Unión Soviética consolidó su hegemonía, la República Democrática Alemana se convirtió en la gran potencia femenina, África confirmó su progreso y Finlandia revivió viejas glorias.

Hubo drama y polémica en baloncesto. Estados Unidos llegaba a la final sin haber perdido ninguno de los 62 partidos que había disputado en su historia olímpica. Sin embargo, esta racha se truncó ante los soviéticos, con una canasta de Serguei Belov en el último segundo, que no admitieron los norteamericanos, quienes renunciaron a su medalla de plata.

En el hockey sobre hierba los paquistaníes protestaron de la dureza de la RFA en la final, con la victoria germana por un gol a cero y airada reacción de los asiáticos, que pisotearon la medalla de plata en la ceremonia de entrega de premios, por lo que fueron sancionados a perpetuidad, inhabilitación que luego fue levantada.