Hay numerosas ocasiones en las que una novela histórica nos abre los ojos sobre figuras desconocidas de la Historia y acaban por fascinarnos al hilo de lo que descubrimos en las páginas de un libro. Este es el caso de Michel Ney, un personaje desconocido para el gran público español pero que la lista de títulos y apodos dan una buena idea de su entidad: duque de Elchingen y príncipe de la Moscova, apodado como “El rubicundo” o “El valiente de entre los valientes”. Detrás de esta carta de presentación se oculta uno de lo más valerosos y bravos mariscales del ejército francés, que demostró la validez de sus sobrenombres en las Guerras Revolucionarias Francesas y en las Guerras Napoleónicas.
Sixto Sánchez Lorenzo nos lleva de la mano de su prosa a principios del siglo XIX, más aún nos remonta la infancia y a la formación que el mariscal Ney recibió a lo largo de su vida. Este es el hilo conductor de los capítulos impares, en los que se ciñe a la realidad y a la historia. Aquí encontraremos la bravura militar de Ney, que quedó plasmada con toques heroicos en el frente ruso, allí donde el clima se alió con los rusos para propiciar una derrota mayúscula a Napoleón, aunque no fuese la primera, pues está acaeció en tierras españolas en Bailén.
La otra vida de la que habla el título es la que se relata en los capítulos pares y que hace referencia a una investigación. El ministro Élie Decazes acude al cementerio parisiense de Charonne con el objeto de exhumar el cadáver del mariscal Ney, presuntamente fusilado tras la derrota de Napoleón en Waterloo. Una vez abierta su sepultura se confirman las informaciones que se tenían en el ministerio del Interior: el mariscal podría haber encontrado la forma de escapar a su ejecución. Desde ese momento se inicia la búsqueda del que parece ser un fantasma. El barón Marcel de Brivazac será quien trate de desenmarañar este suceso. Para ello recabará el testimonio de quienes vivieron los últimos momentos del mariscal. Movido por una insaciable sed de venganza, sus pesquisas le harán cruzar el océano Atlántico en busca de Ney, y en caso de que consiga dar con él habrá de darle muerte.
Dos tramas aunadas en la trayectoria del mariscal Michel Ney, dos hilos conductores pero que nunca se enredan, de tal manera que el lector no duda; y un desenlace en el que convergen tanto la parte de la investigación como la de la propia vida del mariscal.
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