El ataque con misiles lanzado por Estados Unidos contra una base aérea siria sin autorización de la ONU recuerda a la invasión de Irak de 2003, dijo hoy el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"Esto recuerda a la situación de 2003 cuando Estados Unidos y el Reino Unido, con sus aliados, invadieron Irak sin autorización del Consejo de Seguridad", señaló Lavrov desde Taskent, la capital de Uzbekistán.
La diferencia -agregó- es que "entonces intentaron mostrar una 'prueba', y mi buen colega Colin Powell (secretario de Estado de EEUU en 2003) agitó en el Consejo de Seguridad una probeta con pasta de dientes que le habían dado los de la CIA, intentado demostrar que era ántrax".
"Pueden decir lo que quieran, pero el ataque, desde luego, es más que palabras", aseveró el jefe de la diplomacia rusa, quién adelantó que Rusia exigirá una investigación para esclarecer cómo se tomó la decisión de atacar la base aérea siria de Shayrat.
También advirtió de que la acción militar "daña las ya de por sí maltrechas relaciones entre Rusia y EEUU", aunque se mostró esperanzado de que "esta provocación no lleve a resultados irreversibles".
"Si nos preguntamos a quién conviene lo sucedido, resulta que sólo a aquellos que quieren torpedear los procesos de Ginebra y Astaná, y crear pretextos para pasar del arreglo político al derrocamiento del régimen" de Bachar al Asad, señaló Lavrov.
Algunos países de Occidente, apuntó, parecen tener interés en proteger a la organización terrorista Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra).
"Volvemos a pensar que Al Nusra, que cambia de nombres y se mimetiza, es vista por nuestros colegas occidentales como una organización que hay que cuidar, pese a que ha sido declarada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU", denunció el ministro.
Por su parte, el Ministerio iraní de Asuntos Exteriores condenó enérgicamente el bombardeo, que calificó de "peligroso y destructivo".
El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemí, dijo hoy que Teherán consideró "peligroso, destructivo y una violación de los principios de la ley internacional perentoria" el uso de esta excusa para tomar medidas unilaterales, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"La República Islámica de Irán como la mayor víctima de las armas químicas en la historia contemporánea, condena enérgicamente cualquier uso de estas armas independientemente de los autores y las víctimas", apostilló Qasemí.
Irán es, junto a Rusia, el principal aliado del presidente sirio, Bachar al Asad, y desde el inicio del conflicto ha rechazado que tenga que abandonar el poder durante la transición en el país, como exige la oposición siriay países como Estados Unidos, Turquía o Arabia Saudí.
La República Islámica de Irán ha reiterado permanentemente que está en contra de cualquier medida militar en Siria y ha advertido que Bachar al Asad es su línea roja.
Más tibia ha sido la respuesta de la otra súperpotencia mundial, China. El Gobierno de Pekín consideró hoy que es "urgente prevenir un mayor deterioro" de la situación en Siria, tras el ataque lanzado la noche del jueves por Estados Unidos contra una base del Gobierno de Bachar al Asad.
Así lo manifestó una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, en rueda de prensa, en la que no criticó abiertamente la acción militar de Washington pero defendió que, en relaciones internacionales, Pekín se opone al uso de la fuerza.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó bombardear la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, como represalia al ataque con armas químicas que acabó con la vida de unos 80 civiles este martes, la primera agresión directa de EEUU desde que comenzara la guerra civil.
"China defiende que el problema sirio debe ser resuelto a través de la vía política. Tal y como están las cosas, China espera que las partes involucradas mantengan la calma y actúen con moderación para prevenir una mayor escalada de la tensión", manifestó Hua.
La portavoz urgió a todos los países a apostar por la solución política al problema, "y no moverse de ahí".
"Esperamos que la comunidad internacional intensifique su apoyo a la ONU como mediador", dijo la representante de la cancillería china.