China ha abierto una investigación a la empresa
Shenzhen Bioeasy Biotechnology, que vendió al Gobierno de España una
partida de test rápidos defectuosos, informaron este martes a Efe fuentes oficiales.
Los resultados de esa investigación, que aún continúa, no han detectado irregularidades por el momento, según las mismas fuentes, que recalcaron que el Gobierno chino no "tolerará ninguna práctica" que no se ajuste a los criterios autorizados.
El Gobierno español compró a través de un proveedor nacional
640.000 test rápidos a esa compañía china, con sede en la provincia meridional de Cantón, de los que los primeros 58.000 llegaron la semana pasada a España.
El ministro de Sanidad español, Salvador Illa, dijo el pasado viernes que las primeras unidades de los test "no han pasado los controles de calidad" después de que varios laboratorios de microbiología de grandes hospitales del país detectasen que no funcionaban bien.
"El fabricante en China ha asumido la devolución y los reemplazará por un nuevo modelo de test", indicó entonces el departamento de Sanidad en un comunicado.
La
empresa Bioeasy no figuraba entre la
lista de proveedores autorizados que el Ministerio de Comercio de China ofreció a España, aunque Sanidad aseguró que la compra a esa compañía "se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de proveedores" al Gobierno.
Los test de la empresa china cuentan, sin embargo, con la
homologación CE de la Unión Europea (UE) para su compra y comercialización en toda Europa.
Una vez que la pandemia parece haber remitido en China, el país asiático está exportando grandes partidas de test de detección del coronavirus, así como diferente material médico y sanitario a numerosos países del mundo.