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CORONAVIRUS

El ozono como desinfectante: faltan certezas sobre cómo utilizarlo contra el Covid-19

El ozono como desinfectante: faltan certezas sobre cómo utilizarlo contra el Covid-19
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(Foto: Efe)
Sara Cabrero
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saracabreroelimparciales/12/4/12/24
jueves 07 de mayo de 2020, 11:52h
Faltan evidencias científicas sobre qué dosis de ozono hay que emplear para erradicar el coronavirus.

El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno que, de forma natural, se encuentra en la atmósfera. Durante la crisis del coronavirus, se ha popularizado al ser considerado el desinfectante más potente contra todo tipo de microorganismos en aguas residuales por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su poder de desinfección es eficaz en un 99% en la eliminación de virus. No obstante, su eficacia frente al Covid-19 aún no está totalmente probada, pero hay evidencias que justifican su uso y su potencial aplicación.

“Se ha demostrado que el ozono destruye numerosos virus, bacterias y hongos, y es muy eficaz contra la familia de coronavirus como, por ejemplo, el SARS. Sin embargo, todavía no tenemos datos suficientes que determinen cuál es la dosis necesaria para garantizar su eficacia contra el Covid-19”, asegura a este periódico Ángeles Blanco, catedrática de Ingeniería Química y Materiales de la Universidad Complutense y miembro de la Asociación Nacional de Químicos e Ingenieros Químicos de España (ANQUE).

“Sabemos que el ozono rompe las cadenas de ARN de los virus. Por tanto, intuimos que, por lógica, también debería funcionar contra el Covid-19. No obstante, no hay evidencia científica que lo demuestre aún, pese a que el ozono sea eficaz al 99% contra el SARS”, reafirma por su parte Juan Ángel Ballesteros, proveedor industrial de Nippon Gases.

El ozono ha sido clasificado por la Comisión Europea como un biocida “in situ” porque, al no ser posible su almacenamiento, tiene que generarse y aplicarse en el mismo lugar. Su naturaleza, tan reactiva e inestable, hace que este gas se descomponga y transforme en oxígeno al poco tiempo. Para producir ozono, es necesario emplear un equipo especial que sólo seis empresas están autorizadas a comercializarlo en España.

Compañías autorizadas para vender ozonizadores en España

  • ZonoSistem (Cádiz)
  • Newland Entech Europe – Oxicom (Madrid)
  • Asp Asepsia (Madrid)
  • Gruper (Carlet, Valencia)
  • Cosemar Ozono (Madrid)
  • Agrozono-Agro3 (La Pobla de Vallbona, Valencia)

    Todas están registradas en la UE y disponen del “dossier de biocidas”.

“Se produce en un sistema llamado generador de ozono u ozonizador. Una descarga eléctrica controlada sobre el aire que se aporta, rompe la molécula de O2 y la recombina en tres átomos de oxígeno”, explica sobre su extracción Sergio Sánchez, director técnico-comercial de ZonoSistem, una de las compañías registradas. Después, puede aplicarse mezclado con agua o en forma de gas.

El primero, se usa para desinfectar suelos, superficies, herramientas, equipos, utensilios, alimentos y “cualquier material que admita el agua durante un periodo de tiempo mínimo”, dice Emilio Villanueva, CEO de Agrozono-Agro3.

En cambio, el ozono gas es conveniente para espacios cerrados, donde es obligatorio que no haya personas ni animales presentes. “El ozono en alta concentración (0,1 ppm o partes por millón, aproximadamente) es nocivo para las personas. Hay que utilizarlo de forma segura y cumpliendo con la normativa, ya que un mal uso del mismo resulta peligroso”, subraya Blanco.

El ozono mezclado en agua no es perjudicial para la salud por inhalación

La concentración de ozono a utilizar dependerá del volumen del espacio a desinfectar: a mayor tamaño, más cantidad de ozono y tiempo para alcanzar la dosis necesaria para la desinfección. “Si vas a desinfectar o reducir la carga vírica de una sala de cine o un restaurante, el espacio tendrá que estar vacío porque necesitas meter una dosis de ozono que no es compatible con la presencia de personas”, ilustra con un ejemplo Ballesteros. No obstante, como el ozono es una sustancia muy reactiva y se descompone rápidamente, “la concentración disminuye y el espacio podría estar operativo a los 30 minutos si se emplea una dosis intermedia”.

Los ozonizadores llevan incorporados unos sensores que indican cuándo el nivel de ozono es óptimo para el ser humano. De este modo, se estima que transcurren 30 minutos para entrar sin riesgo alguno en el espacio ya desinfectado, aunque el tiempo varía según la dosis aplicada

Su descomposición es una de sus principales ventajas, pues en un periodo de 30 minutos desaparece en forma de oxígeno sin ser nocivo para el medio ambiente, y también uno de sus mayores inconvenientes, ya que “una vez se abra el espacio confinado, el ozono -al no tener efecto residual- se mezcla con el resto de gases de la atmósfera en minutos”, destaca Villanueva.

“El ozono tiene eficacia en el momento de aplicarlo. Pero, al no ser persistente, no genera ningún tipo de residual químico”, resume Sánchez, quien indica que la mayoría de productos químicos funcionan igual: “Una vez termina el proceso, todo está expuesto a comenzar la contaminación”. Es por esta razón, añade, que “hay sistemas que aplican el ozono de forma continua en aguas y en ambientes controlados”.

Villanueva: “El ozono es un producto de residuo cero: procede del oxígeno del aire, se transforma en oxígeno y, una vez reacciona, se vuelve a convertir en oxígeno”

Hay ozonizadores exclusivos para expertos y otros de uso no profesional

Como se ha mencionado anteriormente, hacer un uso inadecuado de los ozonizadores es peligroso y, por ello, es preciso remarcar la importancia de utilizarlos de manera responsable. Aunque hay equipos que están diseñados únicamente para expertos, también hay otros más sencillos para uso no profesional. En cualquier caso, coinciden todos los entrevistados, el usuario debe conocer las normas que el fabricante recomienda a nivel general.

Agrozono-Agro3 y ZonoSistem señalan que ya han vendido ozonizadores a particulares para sus domicilios. De hecho, la segunda compañía incluye en su catálogo un equipo llamado GX500 que avisa acústicamente al usuario de que no puede estar presente cuando hay una alta dosis de ozono, pero trabaja en concentración baja durante el día para “mantener el ambiente más higienizado en general, no para desinfectarlo”, especifica su director técnico-comercial.

La catedrática Blanco considera que “no cualquier ozonizador puede funcionar como desinfectante”: “El ozono sólo es eficaz cuando se trabaja en dosis relativamente altas, aquellas que son dañinas para la salud. Por tanto, sólo deben utilizarse con tal fin los equipos homologados y siempre cumpliendo con la normativa actual”.

Solamente se puede acceder a la sala cuando el ozono se encuentre en baja concentración

“A pesar de que se está planteando poder trabajar con poca concentración para inactivar el virus, las pocas evidencias que hay con otros virus determinan que para que funcione tiene que estar en alta concentración”. Una objeción que ya ha destacado el representante de ZonoSistem antes y también comparten desde Agrozono-Agro3, donde estiman que “el uso del ozono a dosis muy bajas, con presencia de personas, no tiene una acción desinfectante”.

Crece la demanda de ozonizadores en España

Aunque hay informes que indican que funciona contra el Covid-19, el Ministerio de Sanidad excluye el ozono de la lista de desinfectantes líquidos autorizados contra el Covid-19 en España al encontrarse todavía en fase de evaluación. “Ahora mismo no tenemos datos suficientes para saber exactamente la dosis que tenemos que aplicar contra el Covid-19 para su uso ambiental y el tratamiento de superficies, sobre todo si son porosas”, dice al respecto Blanco, quien recuerda que este gas está reconocido en la Unión Europea como biocida y que su capacidad como desinfectante se sigue estudiando.

A partir de cantidades elevadas se puede percibir el ozono que, según Blanco, huele como a “algo metálico”. El olor, cuenta, “es parecido al que se percibe antes de una tormenta, pues el ozono se forma con las descargas eléctricas”

Sin embargo, pese a que aún se trabaja con hipótesis, la venta de ozonizadores en nuestro país ha crecido con esta pandemia. “La demanda de generadores de ozono es altísima, como también lo es la demanda de información para conocer mejor esta tecnología”, dice al respecto Sánchez.

Un aumento que, opinan desde ZonoSistem, hubiese sido “mucho mayor” si el Ministerio de Sanidad les hubiera incluido en el listado de productos a utilizar. “Aún se está estudiando su eficacia contra este virus específico, pero su demanda se debe a que la bibliografía científica avala su capacidad contra otros tipos de virus de parecida estructura”, añade.

Hay clientes de todo tipo: bares, restaurantes, peluquerías, hospitales… “Cualquier espacio con público o personal trabajando está buscando la mejor forma de reducir la carga vírica de ese lugar”, dice Ballesteros. En Agrozono-Agro3 saben que consejerías como la de Castilla La-Mancha y Castilla y León usan el ozono de “manera complementaria” a la desinfección de ambulancias y, en la Comunidad Valenciana, para desinfectar EPIs. Por otro lado, cuentan en ZonoSistem, que los ozonizadores han sido demandados por profesionales como “herramienta de apoyo” para penetrar en zonas difíciles. Así, explican que hospitales, residencias de ancianos, supermercados, transporte público, taxis y ambulancias lo han incorporado como un extra a su protocolo. “Clientes de hospitales nos informan de que es una herramienta muy útil para las salas de infecciosos”, indica.

El coste de los ozonizadores, convienen todos los expertos, varía en función del tamaño de la máquina y los instrumentos que contenga. “Los más pequeños pueden rondar los 1.000 euros y servirían para desinfectar una sala pequeña y los grandes, para una nave industrial de 100 metros de largo, pueden oscilar los 40.000 euros”, detalla el proveedor industrial de Nippon Gases.

ZonoSistem y Agrozono-Agro3 mencionan que incluso hay dispositivos de uso industrial que pueden alcanzar los cientos de miles de euros. Además, “también hay empresas que ofrecen el alquiler de un equipo pequeño con todo el mantenimiento correspondiente por unos 60-70 euros al mes. Éstos se pueden utilizar, por ejemplo, en hospitales para la desinfección de EPIs”, indica Blanco.

“Muchas empresas ya están recurriendo al ozono a expensas de que Sanidad o el Gobierno den el 'ok definitivo'. Los comercios se están anticipando y están instalando este tipo de equipos”, advierte Ballesteros, quien confía en que finalmente se aprobará el uso de ozono como desinfectante y, para entonces, “no habrá suficientes ozonizadores para todos”. “Será un boom parecido al de las mascarillas”, vaticina.

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