SÁNCHEZ: EL TIRO POR LA CULATA
martes 07 de julio de 2020, 13:08h
Pedro Sánchez quiso evitar que el pueblo le lanzara gritos despectivos en el funeral...
Pedro Sánchez quiso evitar que el pueblo le lanzara gritos despectivos en el funeral celebrado en la catedral de la Almudena por las víctimas del coronavirus. Se inventó un viaje a Portugal y envió a la vicepresidenta al acto. Consiguió lo que se proponía. No le lanzaron gritos despectivos porque brilló por su ausencia.
Le salió, sin embargo, el tiro por la culata. Bramaron las televisiones. Las cadenas de radio y los periódicos digitales, y esta mañana los diarios papel, subrayaron, salvo alguna excepción, la indignidad del desprecio sanchista a las víctimas de la pandemia.
Unos gritos menores a la entrada de la catedral hubieran sido molestos, pero significaban poco. Los medios de comunicación impresos, hablados, audiovisuales y digitales, golpeando de forma casi unánime su cobardía, le han hecho un daño considerable. Parece mentira que un hombre como Iván Redondo no le haya advertido a Pedro Sánchez de la reacción que se venía venir. No se trataba solo de un acto religioso, aunque los familiares de las víctimas en su inmensa mayoría querían la ceremonia católica. Se trataba de un acto plural de justicia y sentimiento. Así lo entendió el Rey, que acudió a la catedral, acompañado no solo por la Reina Letizia, sino también por sus dos hijas adolescentes, con aplauso generalizado de la opinión pública.
El César Sánchez, en fin, se ha equivocado y ha salido maltrecho del lance. Lo que él desprecia está muy vigente en la sociedad española. El acto que prepara en el Palacio Real solo será ya un parche para taponar la herida abierta todavía sin cicatrizar.