Ayuso avisa: "No voy a pactar con el desastre" ni con "los que van a arruinar España"

Y luego aclarar, para la “LA ESQUINA DERECHA”, que en eso está la diferencia entre una manera de pensar progresista y otra reaccionaria. Lo que para la primera entra dentro de lo aceptable y lo democrático, (como el PCE, que desde luego contribuyo mucha más firmeza y entrega que AP, (antecesor del PP), al actual régimen Constitucional y Democrático, en los términos que se reconocen desde la transición, para los reaccionarios es ultraizquierdismo y lo que pasa ser legitimable es el neofascismo de Vox. Sera por eso de que las ideas Ramiro de Maeztu no parecen, en esta presentación, ser suficientemente rechazables. Lo asombroso es que un repaso por la historia es imposible equiparar fascismo con comunismo. Te pongas como te pongas el primero siempre es totalitario y el segundo solo adquiere este rasgo cuando el régimen en que se realiza lo es. Tener que aclarar esto resulta cuando desconcertante, por el nivel de quien escribe. Luego nos queda esa superficial concepción sobre la independencia que puede expresar su idea y el rigor de la libertad refiriéndolas a unas cañas, y el desastre referirlo sobre la certeza que le facilita su fobia personal al adversario, porque ningún argumento consistente y que no sea pura demonización respalda el contenido. Sin duda es espontanea y franca, como también lo el fanatismo y el delirante, pero no por eso tiene razón. No basta con dar por supuesto ni que todo el pueblo ama a la reina, ni que el descaro inconsistente son sinónimos de claridad y rigor. Es la misma que se ha cargado, sin probar nada en contra, al leader indiscutible y firme que hasta ayer por la tarde reverenciaba quien hoy la ensalza.

Pues recordar, para los que todavía andan desgranando la libertad y las cañas, el marco de la crisis global era neoliberal, que el PP de Rajoy tomo el gobierno con una deuda que no llegaba a 600.000 € y lo dejo con una de 1,2 billones, después de recortar servicios y derechos hasta descomponer la SS y las relaciones laborales, subir impuestos, y desplazar mediante la recuperación austericida la renta del trabajo hacia la del capital que fue el único beneficiario de aquella operación. Y ahora pretenden mediante esta nueva envestida de la propaganda otro recorte de impuestos que arremeta definitivamente con lo estructuralmente ya debilitado. La realidad es la que es y toda esa parafernalia patriótico libertaria no es más que consecuencia del vacío insustancial de un discurso populista que no tiene mas consistencia que la de la propaganda.