A Santiago Abascal y a Pedro Sánchez, compinches en la moción de censura, les puede salir el tiro por la culata. Han convertido a Núñez Feijóo en el protagonista de la sesión del martes. Pues tanto el líder de Vox como el del PSOE dedicarán sus más virulentos ataques al presidente del PP, que asistirá a una reunión en la Embajada de Suecia. Ramón Tamames es un simple convidado de piedra que pasaba por allí para poner una muesca más en su currículum. Y, por lo que se ha sabido, dormirá a las ovejas con un interminable discurso que arranca con el capítulo dedicado a sus más tiernos años de infancia.
Lo anunciábamos en El Imparcial el día 23 de febrero, en el editorial titulado, “La moción de Abascal busca perjudicar a Feijóo, no a Sánchez”. Y es que, “en realidad, se trata de una pinza invisible entre el PSOE y Vox, interesados ambos en que el PP obtenga un mal resultado en las próximas elecciones. Los socialistas, para mantener el poder autonómico, municipal y, en especial, la Presidencia del Gobierno. Y el partido de Abascal, para no ser arrumbado por el voto útil del partido que lidera las encuestas. Porque la moción de censura supondrá una victoria incontestable de Pedro Sánchez que aprovechará para ridiculizar al PP, como si el partido de Feijóo estuviera detrás.
En vísperas de las elecciones, todas las encuestas independientes vaticinan una clara victoria del PP. Por eso, Pedro Sánchez maniobra sin tregua para impedirlo y Santiago Abascal se revuelve para sobrevivir, pues el voto útil de esa mayoría de españoles que quiere acabar con el Gobierno Frankenstein dejaría a Vox en la irrelevancia.
Santiago Abascal no quiere aceptar que la moción de censura supone una torpeza, pues el vencedor será Pedro Sánchez, al que supuestamente quiere derribar a sabiendas de que la mayoría parlamentaria del Gobierno obtendrá una abrumadora mayoría de los votos. Pero Abascal no quiere aniquilar políticamente a Sánchez. Sino a Feijóo, su gran rival electoral”.
En efecto, si el PP juega bien sus cartas, si aprovecha el protagonismo regalado, puede obtener los escaños que querían arrebatarle los compinches de la moción. En Génova ya se han caído del guindo y, en lugar de indignarse por la pinza de Vox con Sánchez, Cuca Gamarra descubrirá la maniobra cuando el PSOE ataque al PP como si Feijóo hubiera presentado la moción de censura. “Ladran, luego cabalgamos”, dirá la portavoz del PP.