El Gobierno ha trasladado este miércoles su rechazo a la gestación subrogada tras conocerse que Ana Obregón ha sido madre de una niña a través de esta práctica.
En los pasillos del Congreso, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha afirmado que detrás de este tipo de gestación "hay un sesgo de discriminación por pobreza" y que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo ha considerado una "explotación" del cuerpo de la mujer. "La gestación subrogada está reconocida en España como una forma de violencia contra las mujeres", ha añadido Montero.
Por su parte, la ministra de Hacienda ha subrayado que es una "explotación el cuerpo de la mujer" al tiempo que ha añadido que el PSOE no está de acuerdo: "Así lo hemos expresado en nuestros programas políticos".
Los gestación subrogada es ilegal en España, pero numerosas agencias ofrecen sus servicios para alquilar un vientre en el extranjero y solventar después las trabas legales para poder reconocer como propio al bebé al volver a casa.
El artículo 10 de la ley sobre técnicas de reproducción humana asistida declara nulo el contrato para que una mujer, con o sin precio, se preste a una gestación y renuncie después a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero. Deja claro que la filiación de esos hijos vendrá determinada por el parto. Sin embargo, en varios países estos contratos son legales. Para inscribir al niño en el registro y poder viajar con él a España, se debe aportar una resolución judicial del país de origen en la que se determine la filiación del bebé. La mujer gestante renuncia a la filiación materna a favor del contratante.
En una sentencia dictada el pasado mes de abril, el Tribunal Supremo dejó claro que los contratos de gestación subrogada son nulos de pleno derecho porque vulneran los derechos fundamentales de la mujer gestante y del niño gestado y ratificó que el reconocimiento de la relación de filiación a la madre no biológica debe obtenerse por la vía de la adopción.
En la reforma de la ley del aborto solo se incluyó un artículo específico para prohibir la promoción comercial y la publicidad de la gestación subrogada, aunque una simple búsqueda en internet muestra las numerosas agencias que siguen ofreciendo sus servicios de intermediación para alquilar un vientre en el extranjero. Los precios de los paquetes ofertados se mueven en una amplia horquilla que puede desde los 50.000 euros en países del este de Europa a los 100.000 de Estados Unidos o Canadá.