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FINAL EUROPA LEAGUE

El Sevilla culmina su proeza al ganar su séptima Europa League ante la Roma de Mou en los penaltis

jueves 01 de junio de 2023, 00:04h
El cuadro hispalense vuelve a triunfar en la segunda máxima competición continental de clubes tres años después. Disputará la Liga de Campeones.

Como en el Mundial con Argentina hace seis meses, Montiel dio otro título histórico: esta vez al rey de la competición, el Sevilla, al anotar el penalti decisivo en la tanda para otorgarle su séptima Europa League ante la Roma de Mourinho en Budapest.

Hace dos meses, el combinado andaluz luchaba por la permanencia en una temporada inusual en LaLiga. Una situación que provocó la destitución de Sampaoli. Le reemplazó José Luis Mendilibar, con una dilatada experiencia en el fútbol español, y que tenía la misión de salvar al club hispalense. Lo cumplió con creces con varias jornadas de antelación y mejoró notablemente a un Sevilla que tuvo un punto de inflexión en el duelo de ida de cuartos de final contra el Manchester United al lograr un empate de prestigio en el Teatro de los Sueños. Un envite que hizo soñar a los sevillistas con la posibilidad de conquistar la Séptima. Se cargó al verdugo del Barça y del Betis, remontó en semis a la Juventus, otro de los favoritos, y esta noche firmó una nueva remontada al combinado romano del triunfante Mou, que contaba por victoria sus cinco finales europeas disputadas hasta que se cruzó con el rey de la Europa League.

Bono volvió a ser decisivo en la ronda fatídica al parar dos penaltis a Mancini e Ibáñez. El guardameta marroquí, elegido mejor jugador de la final, destacó como también lo hicieron jugadores como En-Nesyri y Navas en el empate a uno, Suso y Lamela en la vuelta de semifinales ante la 'Juve' o Joan Jordán frente al Fenerbahçe. Futbolistas que volvieron a su mejor nivel gracias a Mendilibar, el principal artícipe del nuevo éxito hispalense. Alcanzar la gloria continental por séptima vez en su séptima final trae un doble premio: disputar la temporada que viene la Liga de Campeones y luchar por la Supercopa de Europa ante el Manchester City o el Inter de Milán en Atenas en agosto.

Dybala marca la diferencia en la primera mitad

La final de la Europa League, con Dybala y Telles como principales novedades, comenzó con la Roma merodeando el área rival sevillista. Sin concretar acciones de gol, el choque pasó a un dominio del Sevilla a través de posesiones largas y profundas, especialmente por el costado derecho.

El elenco de Mendilibar, con una presión avanzada ejercida por seis jugadores en campo contrario, dificultaba el juego directo del combinado romano. Gracias a su juego vertical, el club transalpino generó su primera ocasión con Dybala en el origen de la jugada y Spinazzola como finalizador que obligó a una gran parada de Bono con su tiro de primeras dentro del área.

Tras la primera ocasión manifiesta de gol, el club andaluz llevó la iniciativa del envite. La Roma, que dio una exhibición defensiva en la vuelta de semifinales frente al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, defendía en su campo ante la circulación de balón posicional de su rival. Al no encontrar espacios en el interior, optó por ensanchar el terreno de juego para ser superior por fuera. Su rápido balance defensivo y su bloque compacto dificultaban las posesiones de la escuadra española.

El choque entró en una fase de disputa por el esférico. Los dos finalistas tenían problemas para darle velocidad a sus circulaciones de la pelota por las anticipaciones y sus faltas de fluidez en sus elaboraciones del juego. El Sevilla iniciaba sus acercamientos sacando en largo por las presiones adelantadas a Bade, Rekic y Fernando y la Roma, cada vez más cómoda, escogía empezar construyendo desde la zaga.

Gracias a una recuperación en campo contrario, los de Mourinho se adelantaron en el marcador. Cristante recuperó el balón en el círculo central tras quitárselo a Rakitic y rápidamente se la cedió a Dybala que controló y con un golpeo cruzado superó a Bono para hacer el 1-0 en el 35'. El centrocampista croata reclamó falta pero no lo consideró así el colegiado inglés.

El cuadro hispalense debía firmar otra remontada, como ya hizo en semifinales ante la Juventus. Sin Acuña por sanción, Telles asumió su papel y su centro lo prolongó En-Nesyri, experto en remates de cabeza, pero su testarazo fue amortiguado por el portero visitante. A balón parado generó su segunda ocasión de gol: el saque de esquina de Rakitic lo remató Fernando por encima de la meta de Rui Patricio.

El Sevilla mejoró en el tramo final del primer tiempo. Fue más vertical, hundió a su rival que defendía con las líneas muy juntas y se aproximaba al campo contrario con asiduidad. Sus centros laterales eran despejados por el conjunto romano y en un rechace que quedó en el pico del área, Rakitic se sacó un latigazo con su zurda que se topó con la cruceta izquierda del arquero portugués en la última ocasión de la primera mitad con el Sevilla debajo en el marcador y con mejores sensaciones que su adversario.

El Sevilla empata siendo superior

Mendilibar metió más potencial ofensivo en busca de la igualada. Dio entrada a Lamela y Suso que reemplazaron a Torres y Bryan Gil. El rey de esta competición comenzó mandando. Movía el cuero con más ritmo, luchaba cada balón dividido con más energía y su sometimiento empujaba a su rival a defender más cerca de su portería. Telles finalizó una jugada coral con una internada que culminó con un disparo alto en el interior del área.

La clara mejoría sevillista tuvo su recompensa con el tanto del empate. El centro de Navas impactó en Mancini que no acertó con su despeje al tener a En-Nesyri detrás del central inglés y su remate se coló dentro de su portería. La diana de la igualada hizo reaccionar a los romanos, que generaron su primera acción de peligro en la segunda mitad a balón parado: Abraham recogió el balón muerto en el área chica estrellándose su disparo con Bono e Ibáñez remató fuera el segundo rechace.

La Roma redujo la superioridad española dando un paso al frente. Mourinho sacó Dybala por Wjnaldum. El mediapunta argentino, que llegaba exigido físicamente a esta cita, estaba siendo el mejor jugador del bloque transalpino. La exigencia de la final fue máxima que Abraham no pudo continuar y fue sustituido por Belotti.

El duelo se igualó. Las dos escuadras se aproximaban a las áreas y la final amagaba con romperse con transiciones rápidas. El club italiano mantenía su orden defensivo que dificultaba los espacios para el cuadro de Mendilibar. Para desarmar el muro visitante, el Sevilla necesitaba circulaciones veloces o jugadas individuales. Ocampos, con buen uno contra uno, inició una jugada desde el pico del área y en una primera instancia provocó el penalti de Ibáñez. Sin embargo, Anthony Taylor revisó la acción y corrigió su decisión al ver cómo el central brasileño tocaba primero el balón.

De posible penalti en contra a uno a favor. Los hombres de 'Mou' reclamaron pena máxima tras un centro de Matic que tocó en la mano izquierda de Fernando. El árbitro británico consideró mano involuntaria y no señaló pena máxima. Tampoco vio el Sevilla el desmarque de Belotti que pilló desprevenida a la defensa hispalense al sacar rápido Pellegrini una falta exterior y el ariete italiano remató forzado de volea que no entró por poco en la meta española.

El seis veces campeón de la Europa League daba más sensación de peligro en la recta final del encuentro. Volcando sus acercamientos por el flanco derecho, el combinado italiano resistía despejando los centros laterales y tapando espacios interiores al estar con las energías más justas. Navas seguía siendo un puñal y su centro lo conectó En-Nesyri que salió desviado.

El club andaluz también notó el cansancio físico, factor que no le impidió generar peligro en el tiempo de descuento con dos golpeos lejanos. El de Suso lo rechazó el guardameta luso y el de Fernando lo frenó la zaga romana en un choque que se marchó a la prórroga.

El desgaste físico marca la prórroga

Mendilibar renovó sus costados con una doble permuta: Rekic y Montiel sustituyeron a Telles, acalambrado por el desgaste físico de la final, y el veterano Navas. Las imprecisiones predominaban por la brutal batalla física que mermó a ambas escuadras. Se aproximaban a las áreas pero les faltaba la claridad en el último pase para ocasionar oportunidades de gol.

'The Special One' realizó un doble cambio para encarar los últimos 15 minutos del choque: Diego Llorente y El Shaarawy entraron por Pellegrini y Spinazzola. El club andaluz volvió a inquietar a Rui Patricio con un lanzamiento lejano: fue Gudelj quien intentó sorprenderle sin éxito al irse desviado su chut. El resto del segundo tiempo de la prórroga destacó por la falta de continuidad en el juego, fruto del desgaste, especialmente de los jugadores de la Roma que perdían tiempo al firmar los penaltis frente a un Sevilla que aún tenía fuerzas para buscar el segundo.

Los de Mendilibar construyeron otra llegada con un centro lateral de Montiel que remató forzado En-Nesyri y salió suave a la portería transalpina. En esta segunda parte se jugó muy poco al haber varias interrupciones que hicieron que el añadido de seis minutos se convirtiera en 10. El equipo romano apretó a balón parado con dos ocasiones: Cristante voló y su testarazo fue repelido por En-Nesyri y en la segunda, el cabezazo de Smalling en el segundo palo impactó con el larguero.

Los penaltis hacen campeón al Sevilla

Ocampos inició la ronda fatídica engañando a Rui Patricio y lo igualó Cristante con un tiro colocado al lado derecho de Bono que estuvo cerca de pararlo a tirarse a ese costado. Lamela mantenía la ventaja con un golpeo raso a la zona izquierda del arquero luso. Bono, que ya fue clave en el Mundial ante España en la tanda de penaltis de octavos de final, fue determinante en el segundo lanzamiento romano al parar el chut de Mancini. Rakitic, todo un especialista, abrió brecha manteniendo el pleno. Ibáñez falló el segundo seguido al estrellarse con el palo derecho. Llegaba el turno de un especialista en momentos históricos: Montiel. El lateral argentino había errado su pena máxima, pero Rui Patricio se había adelantado y se tuvo que repetir. En su segunda ocasión, el campeón mundial no perdonó y devolvió la corona al rey de esta competición tres años después.

Ficha técnica

1 - Sevilla: Bono; Jesús Navas (Montiel, m.95), Gudelj (Marcao, m.128), Badé, Alex Telles (Rekik, m.95); Fernando (Jordán, m.128), Rakitic; Ocampos, Óliver Torres (Suso, m.46), Bryan Gil (Lamela, m.46); En-Nesyri.

1 - Roma: Rui Patricio; Smalling, Mancini, Ibáñez; Çelik (Zalewski, m.91), Matic (Bove, m.120), Cristante, Spinazzola (Diego Llorente, m.106); Pellegrini (El Shaarawy, m.106); Dybala (Wijnaldum, m.68), Abraham (Belloti, m.75).

Goles: 0-1, M.34: Dybala. 1-1, M.55: Mancini, en propia puerta.

Tanda de penaltis: 1-0, Ocampos (gol). 1-1, Cristante (gol). 2-1, Lamela (gol). 2-1, Mancini (para Bono). 3-1, Rakitic (gol). 3-1, Ibañez (al palo). 4-1, Montiel (gol).

Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó por parte del Sevilla a Rafa Mir (m.36, estando en el banquillo), Rakitic (m.65), Lamela (m.109), Jordán (m.120, estando de suplente), Montiel (m.124) y Ocampos (m.130), y, por el lado del Roma, a Matic (m.21), Pellegrini (m.45), Mancini (m.47), Cristante (m.65), Çelik (m.78), a un ayudante técnico (m.82) y Zalewski (m.105).

Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el estadio Puskás Arena de Budapest ante algo más de 60.000 espectadores, que casi completaron su aforo.

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