Ceferin es el que decidirá si impone la sanción al club catalán.
Joan Laporta se reunió con Aleksandr Ceferin a finales de abril. Le fue a visitar a su país, Eslovenia. En esa cumbre trató de exponerle su versión sobre los 7,3 millones de euros que el Barcelona pagó a José Maria Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, entre 2001 y 2018. Trató el dirigente de convencer al jefe de la UEFA de la inocencia del club y, además, le desglosó las consecuencias que una sanción dura tendrían para el Barça, la propia Liga de Campeones y la industria del fútbol. Y, asimismo, le habló de su adhesión a la Superliga, proyecto que choca frontalmente con las aspiraciones de Ceferin y de las ligas nacionales europeas.
Sabe Laporta que si su equipo queda suspendido un año de las competiciones europeas se enfrentaría a una situación financiera muy grave. El órdago lanzado hace doce meses, con las 'palancas' económicas accionadas, no han servido al equipo entrenado por Xavi Hernández más que para ganar en el torneo doméstico. La doble eliminación sufrida -en Champions y en la Europa League- durante esta temporada ha provocado que no se cumplan las previsiones de ingresos por participar en competiciones continentales. Y eso supone un revés contundente. Ahora, Javier Tebas y LaLiga obligan al club azulgrana a rebajar en 200 millones de euros la masa salarial. Casi nada.
Los inspectores lo tienen claro
Trató el presidente del Barcelona de jugárse su gestión financiera a los éxitos deportivos, pero éstos no han llegado de la manera necesitada, con participación en las rondas por la gloria europea. Y la marca del club no se ha revalorizado lo suficiente, ahora que se van del Camp Nou. La situación es delicada de por sí y la soga apretaría más aún a Laporta si cae una sanción fuerte de las autoridades deportivas por el 'caso Negreira'. El Barça ya ha obtenido la plaza de inscripción en la próxima Liga de Campeones, como campeón de la Liga, pero no está nada clara su crucial participación.
Este jueves, tal y como ha adelantado 'ABC' en España, se ha sabido que los dos inspectores nombrados por el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA para investigar al 'caso Negreira' han conluido que el Barcelona debe ser sancionado durante un año sin jugar competiciones europeas. La fase de instrucción ha terminado y las conclusiones hablan de una "violación del marco legal del organismo europeo". Jean Samuel Leuba y Mirjam Koller Trunz han dictado sentencia y esta última, inspectora suiza, ha precisado en su informe que ha visto pruebas de una actividad dirigida a organizar o influir en el resultado de los partidos por parte del Barça.
Laporta reza a Ceferin
La gravedad de estas conclusiones ha provocado que los inspectores de la UEFA pidan más respuestas. Conocedores de que hay un expediente sobre el 'caso Negreira', han enviado un cuestionario con setenta preguntas que desde responder el club catalán. Les han dado un pazo hasta la semana que viene. Sobre la mesa están ya tres opciones: que no haya sanción y el Barça juegue Liga de Campeones, que haya una suspensión temporal o que no se decida nada hasta que se resuelva el procedimiento penal abierto en España.
La decisión va a depender del propio Ceferin. El 12 de junio es la fecha límite para que su organismo publique qué clubes competirán en la próxima edición de la Liga de Campeones. En su normativa figuran varios artículos -4.02 y 4.03- que describen situaciones delictivas parecidas al 'caso Negreira' y las sanciones que llevan aparejadas. Los inspectores ya han señalado que el caso del Barcelona se puede ajustar a la aplicación de dichas sanciones porque entiende que, como dice la norma, ha habido un "intento de influir en el resultado de un partido, sea nacional o internacional". Pero la decisión será del presidente de la UEFA. Debe pensarlo bien, porque si deja al Barça sin jugar competiciones europeas y la justicia española exonera al club catalán, éste podría interponer una demanda potente contra la UEFA.