El futbolista francés, capitán merengue, se marcha del club como uno de los mejores jugadores de su historia.
Llegó el día. En las últimas semanas se venía deslizando que Karim Benzema se estaría planteando poner fin a su gloriosa etapa en el Real Madrid. Con 35 años y 25 títulos en su hoja de servicios -él y Marcelo son los futbolistas más galardonados en la historia del club madrileño-, después de una temporada en la que las lesiones le han alejado de forma contundente del rendimiento que le deparó el Balón de Oro, el fino delantero francés le ha estado dando vueltas a una oferta marciana proveniente de Arabia Saudí. Sobre la mesa le pusieron 400 millones de euros de salario en dos años. Una barbaridad, en pocas palabras. Y el '9' merengue ha optado por atender a las necesidades familiares y aceptar ese último gran contrato, entendiendo que su declive puede haber llegado ya.
La entidad capitalina lo ha hecho oficial este domingo, horas antes de la despedida en el Santiago Bernabéu que le brindará el madridismo. "Llegó a nuestro club en 2009, con tan solo 21 años, y ha sido un jugador fundamental en esta época dorada de nuestra historia. Durante las catorce temporadas en las que ha defendido nuestro escudo y nuestra camiseta, ha conseguido 25 títulos, una cifra récord en el Real Madrid: 5 Copas de Europa, 5 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de Europa, 4 Ligas, 3 Copas del Rey y 4 Supercopas de España", desglosa la nota emitida por el club.
En total son 14 temporadas las que ha disputado Benzema en Chamartín. En ese lapso le ha dado tiempo para firmar este currículum: quinto jugador que más veces se ha vestido la camiseta merengue con 647 partidos, segundo goleador histórico del club (353 goles), segundo máximo artillero del club tanto en LaLiga como en la Liga de Campeones y cuarto máximo goleador histórico de la 'Champions League' y de LaLiga. Estos números atronan a cualquier analista, pero si se atiende a la manera en la que los ha conseguido se comprende la verdadera dimensión de esta figura irrepetible.
Goleador de élite y creativo legendario
Cuando Florentino Pérez viajó hasta la casa de sus padres en Lyon para convencerle -es el mayor acierto de su presidencia-, Karim despuntaba en Francia como un atacante muy completo. A su llegada a Concha Espina, por 35 millones de euros en concepto de traspaso, se encontró con la máxima exigencia anotadora. Y le costó bastante amoldarse a ese rol, porque su estilo de juego no pasa exclusivamente por la puntería, ni mucho menos. "Yo juego para los que entienden de fútbol", ha llegado a decir, evidenciando que se ha sentido incomprendido durante muchos años en España. Su visión de juego y creatividad, su capacidad regateadora y su lectura de las situaciones, de la armonía coral, exceden en mucho la labor de un rematador. Y de ello se ha beneficiado un Cristiano Ronaldo que se hartó de acumular premios individuales, alimentado por el talento lionés.
Brilla en la mediapunta, en uno de los extremos o en el centro del área. Y, sobre todo, resplandece en el lugar en el que lo necesite su equipo. Esta es la característica que le ha encumbrado a mito y leyenda del fútbol internacional. Su aportación silente ha servido para que el Madrid de Ancelotti, de Zidane, de Mourinho y de todos los técnicos que ha pasado por el banquillo madridista durante 14 años funcione en plenitud. Las cinco Ligas de Campeones conquistadas desde 2014 llevan su firma, su sello. Ha sido el facilitador, el distribuidor que hace mejor a sus compañeros -ha repartido 165 asistencias en Madrid- y, cuando se fue Ronaldo, asumió galones para liderar una ofensiva que volvió a arrasar. Esta vez con los juveniles Vinicius y Rodrygo a sus lados.
La magnitud de un futbolista se precisa con las sensaciones que deja cuando se marcha en sus propios compañeros. Todos y cada uno de los miembros del centro del campo y el ataque madridista le van a echar mucho de menos. Ya no va a estar ahí para desahogar, templar, acelerar o aportar veneno clarividente a las jugadas. También va a pesar el vacío que deja en LaLiga, pues el campeonato se va beneficiado como producto de la clase y jerarquía que ha alcanzado Benzema en este lustro. Karim se ha sabido reconvertir, en Madrid y en la selección francesa -cuando Deschamps y Le Graet le han querido llamar a filas-. Posee tal variedad en su libreto que compite a la perfección en cualquier sistema o idea de juego. Vale para todo y resuelve como la aristocracia finalizadora de este deporte.
Florentino Pérez y su familia
"Es el actual Balón de Oro y Jugador del Año de la UEFA, además de ser incluido en el Once FIFA FIFPRO y ganar el Trofeo Pichichi 2022. Galardones recibidos después de una de las temporadas más extraordinarias de nuestra historia, especialmente en la Champions League, en la que nuestro capitán protagonizó partidos memorables que contribuyeron a que el Real Madrid conquistara la Decimocuarta Copa de Europa en París, siendo el máximo goleador de esta competición con 15 goles", ha destacado el club merengue en un comunicado en el que han destacado que "ha sido un ejemplo de comportamiento y profesionalidad, y ha representado los valores de nuestro club".
"Se ha ganado el derecho a decidir su futuro", ha concluido el club en su nota. Y Benzema ha decidido hacer las maletas para embarcarse en una pomposa aventura en Arabia Saudí. El régimen islamista está empeñado en tomar el testigo a Catar. Pretende limpiar su imagen internacional a través del deporte y va a batallar con toda la potencia de sus petrodólares para organizar el Mundial de 2030. Han captado a Ronaldo para que sea su embajador y ahora han convencido también a Benzema -cuando finalice su contrato con el Al-Ittihad, asumirá el rol de embajador de la candidatura mundialista saudí por otro puñado insondable de millones-. Sólo les falta redondear la apuesta grandilocuente con Lionel Messi. Al argentino le están ofreciendo un acuerdo similar al delantero francés, pero con 360 millones de euros por temporada.
Mientras Messi decide si cae en la tentación, el Real Madrid ha anunciado que este martes a las 12:00 horas (en Valdebebas) va a rendir homenaje a la leyenda que está a punto de decir adiós. Florentino Pérez y todos los títulos ganados en estos 14 años despedirán a Benzema con todos los honores que se ha ganado a pulso. Se marcha un futbolista excelso y especial, de esos que cuesta mucho volver a ver. Su genialidad no es inteligible a través de las estadísticas. Su fútbol, eso sí, queda registrado en la videoteca como material privilegiado para enseñar en las escuelas y en las secciones de formación de los clubes.
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