¿Es bueno beber agua aunque no tenga sed? ¿Aporta colorías el agua? ¿Beber agua ayuda a adelgazar porque tiene un efecto saciante? ¿Ayuda la ingesta de líquido a aumentar la belleza de la piel y mejora nuestra salud? La directora del área de salud de la UNED y especialista en nutrición, Coral Calvo, responde a estas y otras cuestiones y pone encima de la mesa la lista de mitos y realidades sobre la ingesta de agua.
Ni engorda, ni adelgaza, no ayuda a eliminar la grasa corporal y su efecto saciante no está ni mucho menos demostrado. Lo que sí es cierto es que cada día perdemos agua, unas personas más que otras, y por lo tanto necesitamos volver a ingerir líquidos y alimentos que nos ayuden a recuperar el volumen que se ha eliminado.
¿Hasta qué punto es sano beber dos litros de agua diarios?“El agua constituye la base estructural de los seres vivos. Existen organismos capacitados para vivir sin luz, incluso sin oxígeno, pero ninguno puede vivir sin agua”, explica la directora del área de salud de la UNED y especialista en nutrición, Coral Calvo.
El agua en el ser humano el agua supone del 50 al 60 por ciento del peso corporal total. “La mayoría de esta agua es intracelular (40%)”, asegura Calvo que añade que además “constituye el medio de absorción, transporte y utilización a nivel celular e interviene en la termorregulación”.
Por lo tanto, podemos concluir que “beber dos litros de agua es muy sano teniendo en cuenta que el balance hídrico se establece en un equilibrio entre la entrada de agua (ingesta de agua, alimentos y de oxidación) unos 2600ml y las pérdidas (por orina, heces, pulmones, sudor) también unos 2600 ml. Equilibrar la excreción de líquidos con el consumo de los mismos es la situación ideal y recomendable”, según la directora del área de salud de la UNED.

No todo el mundo tiene la misma necesidad de ingesta de agua. De hecho, “los ciclos vitales marcan diferencias en el consumo, en niños recién nacidos el agua corporal supone un 80% de su peso corporal, en los ancianos esta cantidad desciende considerablemente, por eso en los ancianos y en los niños debemos asegurar que consuman una cantidad suficiente de agua, aunque no tengan sed”. En esencia se podría incluir en los llamados grupos de riesgo a lactantes, embarazadas, niños, ancianos y deportistas, cuya necesidad de beber agua varía por sus condiciones especiales.
¿Cuándo hay que beber? Las campañas publicitarias y, sobretodo, las dietas muestran cada vez más la necesidad de estar constantemente bebiendo. Pero ¿cuándo hay que beber realmente? “Hay que beber no solo cuando se tiene sed aunque es cierto que la sed nos marca la necesidad de beber en la mayoría de los casos”, concreta Calvo. “Este es un hábito que puede y debe ser modificado en la población utilizando como instrumento la educación y la información a la población tal y como se está haciendo a través de campañas, programas, etc”.
¿Es perjudicial abusar del consumo de agua?Lo habitual entre las personas beben cuando tienen sed, por lo que está comprobado que “la mayor parte de la población suele tomar una cantidad muy inferior a la recomendada y salvo en casos excepcionales el abuso de consumo de agua en relación con las perdidas no es frecuente en nuestra población”, comenta Calvo que añade además que “teniendo en cuenta esta realidad se han establecido por las autoridades sanitarias y expertos, pautas y guías para la población recordando la importancia de la hidratación incorporando, de manera simbólica, en cada una estas guías las recomendaciones generales a la población”.
Las recomendaciones básicamente son consumir al menos 2,5 litros de bebidas/día (unos 10 vasos), en embarazo, lactancia y ancianos el mínimo aconsejado debería ser de 3 litros/día (12 vasos).
¿Engorda el agua? ¿Ayuda a adelgazar?En torno al agua hay varios mitos, quizá uno de los más frecuentes sea el relacionado con el peso. Muchas personas siguen preguntándose si el agua engorda, si aporta calorías o si ayuda a adelgazar.
Según la especialista en nutrición “el agua en ninguna circunstancia puede aportar calorías, ya que no puede oxidarse y no se obtiene energía a través de su consumo”. Por otro lado, “su posible efecto saciante, al ingerirse en cantidades importantes antes de las comidas no está demostrado”.
Sobre la pérdida de peso es necesario tener en cuenta lo que la diferencia de la pérdida de grasa corporal. En este sentido, Coral Calvo explica que “el consumo de mayor volumen de agua induce un mayor volumen de diuresis (balance hídrico), y la disminución de peso tras una diuresis, no puede modificar obviamente la masa grasa corporal ( que es el principal objetivo a conseguir en la obesidad o el sobrepeso)”.
¿Qué contraindicaciones tiene el hecho de beber poca agua?El agua es fuente de minerales, como el calcio, el yodo o el flúor, por lo tanto una ingesta inadecuada puede provocar deshidratación, que es un balance negativo de agua, y se produce cuando las pérdidas de agua superan a la ingesta. “Las consecuencias de una deshidratación pueden ser muy importantes y se asocian a infección del tracto urinario y formación de cálculos renales trastornos broncopulmonares, cáncer, estreñimiento, dolores de cabeza y migrañas y, en muchos casos, es precursor independiente de mortalidad en ancianos”, concluye Calvo.