Sobre las redes sociales: El Pigmalión y la Galatea que llevamos dentro
Irina Bulgákova
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irishecgmailcom/7/7/13
lunes 28 de mayo de 2012, 20:23h
Las redes sociales ofrecen amplias posibilidades de encontrar viejos amigos, conocer personas nuevas, desarrollar un negocio o, simplemente, sentirse útil y entretenido. En efecto, los proyectos en internet son los espacios virtuales donde uno luce sus talentos y facultades pretendiendo demostar la mejor parte de su personalidad y dar una buena imagen. Hoy en día creo que no existe ni una sola persona que no esté inscrita en alguna cuenta de las redes sociales o, por lo menos, no escuchara sobre ellas.
En Rusia la primera red social surgió en 2005 y se llamaba Moikrug.ru, un recurso para encontrar los socios y compañeros de trabajo. En 2006 se crearon dos páginas de comunicación más, en este caso, para encontrar los amigos de infancia o conocer gente nueva, Odnoklassniki.ru (en español “compañeros de clase”) y Vkontakte.ru (“en contacto”). Este último se creó basándose en el modelo de Facebook (el manejo y el diseño son muy parecidos a su análogo estadounidense) y, actualmente, es la red social más popular entre los usuarios rusos. En el segundo puesto del ranking está la red ya mencionada Odnoklassniki.ru. Le siguen facebook.com, twitter.com, myspace.com y, por último, moikrug.ru.
Las redes sociales se diferencian por temas e intereses. En Rusia, por ejemplo, hace varios años se creó el portal de internet Sosedi-online.ru (“los vecinos”) que ofrece a sus usuarios conocer a la gente de su barrio y compartir noticias y acontecimientos locales; otra red Zabarankoi.ru (“al volante”), fue creada especialmente para los aficionados a los coches. El crecimiento de la popularidad de las redes sociales se incrementó también porque entre sus usuarios se encuentra mucha gente famosa. Así, en la red social LiveJournal.ru (o “Zhivoi Zhurnal”, como se llama en Rusia), que funciona como blog entre otros usuarios se pueden encontrar artistas, musicos, escritores, periodistas y destacados líderes políticos de Rusia que llevan sus diarios sobre diferentes temas.
Formando parte de la sociedad contemporanea y compleja, muchas bibliotecas, museos y centros culturales utilizan dichas herramientas para adaptarse a los cambios sociales y estar constantemente al corriente de los avances tecnológicos. Los muesos rusos, tanto estatales como privados, y la biblioteca nacional no tardaron mucho en ser usuario de LiveJournal, Facebook y Twitter.
Hace tiempo en la sociedad surgieron las opiniones negativas sobre el uso excesivo de las redes sociales. Creo que es verdad que a menudo a través de las fotos y videos pegados en el “muro”, uno suele demostrar la mejor parte de su personalidad o dar la imagen de la persona que quiere ser, pero no la que es en la realidad. Eso me hace recordar de una leyenda de la mitología griega sobre Pigmalión y Galatea. Cuando el rey de Chipre y escultor Pigmalión creó la estatua de una mujer bellíssima, la perfección pura, y después se enamoró de su propia creación. Así, en el espacio cibernético somos al mismo tiempo Pigmalión y Galatea. A veces nos gusta más la imagen que queremos dar que la que mostramos en la vida real. Las ganas de dar una buena imagen y de gustarse aumenta tanto, que nos encontramos diariamente en una auténtica feria de las vanidades.
Efectivamente, la obsesión por dar una imagen atractiva o estar dispuesto a una charla espontanea en cualquier instante se hizo mundial. Podemos estar en España o en Rusia, tener las mentalidades y las culturas diferentes y hablar distintos idiomas, pero no cabe duda de que en este terreno, de la conexión social en linea, todos compartimos un espacio único y singular y, a veces, nos entendemos con más facilidad que cuando nos comunicamos en persona. Todavía recuerdo mi experiencia de hablar por primera vez con otra persona por el chat: fue a finales de los años 90 en la casa de mi amiga (el hecho de que otra persona, que ni siquiera conocemos, nos respondía desde el otro lado de la pantalla, me pareció entonces muy impresionante). Ha pasado el tiempo y ahora ya a nadie le sorprende que nos vemos conectados en la calle, en el metro, en el autobús o en cualquier lugar.
Cada uno puede dar sus motivos y el porque acude a una red social y prefiere la comunicación mediática sustituyendose al contacto personal. Pero, al mismo tiempo, no hay que olvidar que nosotros vivimos en el mundo cambiante y en una sociedad compleja y diversa. Seguramente, las relaciones y actos interpersonales a través de las redes sociales se volvieron una parte importante de nuestra vida cotidiana contemporanea. Y si uno quiere pasar el tiempo chatenado con otra persona que está al otro lado de la pantalla, tal vez, es precisamente lo que necesite en ese momento. Y aunque algunos tiendan a ver sólo la parte negativa de la comunicación virtual, ¿porque hay que prescindir de una experiencia más que nos regala la vida?