Ponferrada agrava la crisis del PSOE

El “número tres” del PSOE, Oscar López, ponía ayer su cargo a disposición del partido a causa de la moción de censura en Ponferrada. Pretendía así arrogarse toda la responsabilidad de un asunto que le excede, por cuanto López -que es, además, líder de los socialistas en Castilla y Leon- no era el único que estaba al tanto de todo. Ya Zapatero en su momento paró la moción, a sabiendas de las consecuencias que podía tener recabar el apoyo de un condenado por acoso sexual.

El PSOE, con Rubalcaba a la cabeza, ha cometido el tremendo error de permitirla. El resultado no ha podido ser peor: el alcalde y los siete concejales socialistas se han negado a dimitir y, tras abandonar el partido, comienzan ahora su labor al frente del consistorio berciano. Además, la imagen de Rubalcaba sale bastante mal parada. Es muy difícil creer que el secretario general de los socialistas no supiera nada de un asunto tan delicado. De hecho, sus propios compañeros leoneses claman contra el abandono de un alcalde que lo es porque desde Ferraz habían dado luz verde a su maniobra. Si a esto se le añade el ruido de fondo originado por el PSC en Cataluña, la gestión de Rubalcaba al frente de su propio partido se retrata por sí misma. Una mala noticia para todos: un PP que parece chantajeado frente a un PSOE desintegrado.