Artur Mas ya no sabe qué hacer
Joaquín Vila
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directorelimparciales/8/8/20
domingo 31 de marzo de 2013, 19:07h
La situación en Cataluña es desesperante. La crisis atiza sin piedad y la clase política anda a la deriva. Artur Mas se encuentra entre la espada de ERC y la pared de Rajoy (de la financiación). Los radicales independentistas apoyan al Gobierno de la Generalidad, pero no cejan en su empeño de celebrar cuanto antes el referéndum secesionista y no admiten que la Comunidad aplique ningún tipo de recortes para aliviar la zozobra económica. Cada vez que abren la boca es para amenazar con la cantinela secesionista. Lo único que les importa.
Pero las arcas de la Comunidad están huecas y Artur Mas tiene que mover ficha cuanto antes. El encuentro con Rajoy no se produjo, como se ha dicho, en el habitual estilo chulesco y amenazador del presidente de la Generalidad. Más bien, al contrario. Vino a pedir árnica o, lo que es lo mismo, dinero. Aunque nunca lo reconocerá. El error de ambos fue el secretismo, el encuentro clandestino.
Pero Rajoy parece estar ya harto de que Artur Mas pida que se le financien sus sueños secesionistas con el dinero de todos los españoles. Y se lo dejó bien claro. Con su tono sereno y mesurado, eso sí. De ahí, que el presidente catalán pretenda aplazar, cuanto más mejor, la estúpida votación sobre el “derecho a decidir”. Es consciente, por fin, de que esa consulta no le traerá más que problemas. Primero, porque no servirá para nada. Es ilegal e inconstitucional. Y Rajoy tendría derecho, incluso, a inhabilitarle como presidente de la Comunidad. Y, luego, porque no se puede proclamar la independencia, mientras se exige financiación del Estado. Si Cataluña quiere la secesión que se busque las habichuelas. Que no las encontrará. Se quedará a la intemperie, arruinada, fuera de Europa, fuera del mundo real.
El nuevo plan que masculla Artur Mas, por eso, consiste en ganar tiempo: desligarse de los descerebrados de ERC y aliarse con los socialistas catalanes, que tampoco respetan ni la Constitución ni la unidad de España y que eso del “derecho a decidir” les pirra. Pero están locos por tocar poder y no parecen tener tanta prisa. Son conscientes de que todavía no es el momento. Que, ahora, lo más urgente es salir de la crisis. Aunque todo el mundo sabe que Pere Navarro es un independista desorejado. Ya le hizo una buena peineta a Rubalcaba al apoyar en el Parlamento el rocambolesco “derecho a decidir”. El líder del PSOE todavía no se ha recuperado del revolcón.
Desde luego, Rajoy parece firme y no quiere ninguna broma más con la consulta de marras. No lo consentirá. Echará encima de Artur Mas todos los resortes del Estado de Derecho. Ya lo ha dicho. Y el resultado final puede llevar a Cataluña al caos.
Por eso, el presidente de la Generalidad no sabe qué hacer. Prometió hasta la saciedad que convocaría la consulta. Pero, al poner los pies en la tierra, empieza a darse cuenta de las consecuencias que le acarrearía. La bromita le puede costar cara. El misterio está a punto de desvelarse.
Director de EL IMPARCIAL
JOAQUÍN VILA es director de EL IMPARCIAL
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