Diplomacia real en Marruecos

El Rey iniciaba ayer lunes un viaje oficial a Marruecos, al que Madrid y Rabat conceden una importancia prioritaria. Buena prueba de ello es la composición de la delegación española: con Don Juan Carlos viajan cinco ministros, varios altos cargos y empresarios con intereses en la zona, así como todos los ex ministros de Asuntos Exteriores. No es para menos. En el ámbito empresarial, casi un millar de compañías españolas tienen presencia en Marruecos, y casi 20.000 hacen negocios con el país norteafricano. De hecho, España ha pasado a ser el primer proveedor del reino alauí, por delante incluso de Francia.

En lo político, la importancia es también considerable. Marruecos es quizá el país más estable del norte de Africa. Allí se tiene conocimiento de primera mano tanto de lo que pasa en el Sahel como del desarrollo de la Primavera Arabe -lo que queda de ella-. A día de hoy, podría decirse que Marruecos está para Estados Unidos al mismo nivel de prioridad que puedan estarlo Egipto, Pakistán o Arabia Saudí, con todo lo que ello conlleva. El viaje del Rey, pues, no hay que encuadrarlo en lo meramente bilateral, sino en un plano superior. Una buena relación entre España y Marruecos es vital para muchos intereses plurinacionales.