El salto de Chacón

Carme Chacón ha renunciado a su escaño como diputada nacional y ha anunciado que se marcha este curso académico a enseñar a Miami Dade College. De esta manera, se retira –provisionalmente– de la vida política española.

Es famosa una frase que afirma que no debe darse un paso atrás ni para coger impulso. No estoy de acuerdo. Creo que, en ocasiones, es necesario dar uno o dos pasos atrás y estoy convencido de que muchas veces esas “retiradas” sirven para coger impulso, efectivamente, y para lograr lo que, tratando de estar siempre en primerísima línea, no puede obtenerse. Y Carme Chacón ya ha cometido en repetidas ocasiones el defecto de querer ser siempre la principal protagonista, corriendo el riesgo de convertirse en una especie de Ruiz-Gallardón del PSOE (me refiero, claro, a cuando Ruiz-Gallardón era el Ruiz-Gallardón del PP).

No es necesario aclarar que este artículo habla, antes que nada, de estrategias políticas. Es evidente que el Partido Socialista no tiene (solo) un problema de liderazgo, sino que tiene por delante la titánica tarea –común, por otra parte, a la de toda la socialdemocracia– de llevar a cabo una redefinición ideológica en un mundo distinto y en un mundo que ha empeorado, en ocasiones, por su propia acción u omisión. También es evidente que son varias las personas que en el PSOE pueden encabezar este proyecto; repito, lo que debe pesar son las ideas. Y asimismo resulta una evidencia que Chacón tiene pros y contras para ser la encargada de este cometido. Pero creo no equivocarme si digo que tiempo habrá por delante para hablar de todo eso en profundidad. Hoy solo observo una estrategia. Más que del “deber ser”, hablo del “ser”; ya ven, he vuelto maquiaveliano de las vacaciones.

Chacón salta el charco y ese puede ser el prólogo de su otro anhelado salto. Desconozco si este golpe de efecto le saldrá bien, pero es una operación inteligente y oportuna. En primer lugar, porque la retirada de la que hablo en realidad no es tal: Carme Chacón ya estaba últimamente “desaparecida” de la primera línea política y “retirándose” lo que hace es aparecer de nuevo y recordar que ella y sus pretensiones siguen allí: ante la ausencia de noticia, ella misma se convierte en la noticia. En segundo lugar, afirmando que a finales del próximo mes de junio volverá a España, queda del todo clara su voluntad de seguir jugando la partida y su recuerdo pesará como una espada de Damocles sobre algunas cabezas. En tercer lugar, deja constancia de sus discrepancias con el proceder de la actual dirección socialista. Y, en cuarto lugar, al pasar este curso en Miami, deja a otros el desgaste, que ni le rozará y allana el camino para presentarse como solución, cambiando su inmediato pasado: ya no es una ex Ministra con luces y sombras, sino una profesora universitaria que vuelve de impartir docencia en los Estados Unidos (ni la elección del país, y ni siquiera la de la ciudad en concreto, parecerían tampoco casuales).

En pocas palabras: Carme Chacón tenía que hacer algo y estos preparativos quizás sean ya los de la última operación, porque no se puede estar toda la vida jugando al mismo juego. Por ello, como digo, creo que es un ardid inteligente. Como en todos los juegos, los participantes pueden ganar o perder. Carme Chacón puede estar dando un paso atrás para coger impulso o tan solo un salto en el vacío. El tiempo lo dirá.