¿Cómo surgió la idea de esta selección de música hispanoamericana?Betty Missiego: Surgió de un modo natural. La Fundación Feima [impulsora del proyecto] tiene una escuela en Punta Cana, y yo fui a la inauguración de esa escuela. Así que pensaron que podría ser una buena idea hacer un espectáculo con los países que representa la Fundación.
Usted lleva las riendas del espectáculos, con ayuda de Paco Valladares, que recita los versos. Buena pareja, ¿no?Betty Missiego: Tanto los amigos de Feima como yo nos sentimos muy orgullosas de poder tener a Paco. Lo importante es que los artistas podamos cosas valiéndonos del cariño, el respeto y la admiración que nos tenemos.
Usted, Paco, ¿había trabajado antes con Betty?Paco Valladares: No mucho, la verdad. Una vez presenté una gala en Marbella, y ella era la estrella.
Está ahora luchando contra la leucemia. ¿Se encuentra bien de fuerzas?
Paco: Sí, sí, fíjese que anteayer hice un recital de una hora y pico en el Centro Cultural de la Villa, hoy teatro Fernán Gómez, de poemas de Rafael de León.
La función abre un puente a la América en español. ¿Tenemos lo suficientemente en cuenta a nuestros vecinos del otro lado del Atlántico? Betty: Sí, hay mucha gente que se acuerda, totalmente, por ejemplo, la fundación Feima, que tiene colegio preciosos allá. Además, hacen cosas muy hermosas, como cuando los jugadores del Real Madrid juntan los juguetes para los niños…
Betty, las canciones representan a cada país. ¿Qué ha pensado para España?
“Suspiros de España”, esa es la canción que he elegido, que acompañará Paco con poemas de Machado y con otros muchos poetas hispanoamericanos.
Y de Perú, ¿qué va a cantar?
“La Flor de la canela”, por supuesto.
¿Algún tango argentino?No, no soy tanguera.
Paco: Yo sí. Además los canto muy bien.
Betty: Es que Paco canta que es una maravilla.
Paco: Hombre, yo soy profesional del canto. Sí cuentas la cantidad de veces que he cantado, en los musicales, en las revistas… he cantado más que Julio Iglesias. Porque he estado haciendo durante dos años una revista que se llamaba “Por la calle de Alcalá”, luego “Mamá quiero ser artista tres años”, cantaba ocho canciones en cada función, hacia dos funciones diarias, así que si uno hace cuentas, y suma los años… Cinco años seguidos cantando son muchos años. Luego hice además “Historia de un caballo”, “Yo quiero a mi mujer”, con Alfredo Landa.
¿Que opinan de la polémica de compra de votos de Eurovisión?
Paco: Tonterías.
Betty: Qué ganas de fastidiar.
También se dijo en su año, Betty, que en su año también España votó a favor de Israel para que ganaran, y así no tener que organizar la gala el año que viene…
Betty: No lo creo, la verdad. Yo fui a defender a España y lo hice lo mejor que pude. Mis hijos eran pequeños y me dijeron: “A ver si quedamos entre los cinco primeros”. Al final quedamos segundos y tan contentos. Pero por otra parte, nunca se puede vivir sólo del pasado.
Paco: ¿Era mejor la canción de Massiel que la de Betty? No, simplemente aquel año tocaba quedar segundos.
Betty: Además, la canción que ganó “Aleluya”, de Israel, era muy buena. Pero el Festival era muy diferente a lo que es ahora y hay que ir cada momento con lo que toca.
Paco: ¿No ganaron el año pasado unos tíos disfrazados de monstruos? ¿Por qué no va a ganar el Chiqui, que tiene más gracia?
Usted, Betty, participó en el primer festival de la OTI. ¿Cree que debería relanzarse, recuperar la fuerza que tuvo?Betty: Es muy difícil que ahora gane un solista. Ahora se prima a los grupos, al montaje, a lo llamativo, el espectáculo. Parece que ahora toca llamar la atención. Pero nosotros hemos hecho tantas cosas y tan importantes dentro de nuestra profesión, y estamos tan seguros, tan serenos de lo que hemos hecho, que somos felices así, sabiendo que hemos logrado un sitio dentro de nuestra profesión.
Paco, desde que se detectó su leucemia, ¿se ha comprometido de manera especial en la lucha contra la enfermedad?Precisamente voy a hacer un ahora un spot para la lucha contra el cáncer. Siempre he estado vinculado a este tipo de asociaciones que ahora, claro, me llamarán con más razón.
¿Después de esta función que tiene previsto?
Paco: Tengo previsto ir al hospital Gregorio Marañón a que me den la última “quimio”, que ya sólo me queda una y luego ya, ancha es Castilla.
¿Y usted, Betty?
Tenemos un grupo de canciones de los setenta, donde está Mochi, Alfonso Paino, Elsa Baeza, Silvia Tortosa, que es la que presenta el espectáculo, y ya tenemos cinco o seis galitas firmadas. Y es muy bonito porque cada uno canta una canción de los setenta, más sus éxitos correspondientes.
O sea, que no pierden la ilusión.
Betty: Estamos vivos, ¿no?
Paco: Bueno… (risas) El otro día fui a hacerme una biopsia, y le digo a la enfermera “Hoy me parece que me toca hacerme la autopsia”. Y ella, con muchísima gracia, me dice “Hombre, espera un poquito”.
Parece que, a veces, en la vida del artista, se puede perder el norte, como le ha pasado a Andrés Pajares. La salud mental hay que cuidarla tanto como la física, ¿no es cierto?
Paco: Es una pena. El otro día, en un programa de televisión, pedí un respeto para Pajares, porque se lo toman a cachondeo, y no es ninguna tontería el estar como está él. Habrá dicho lo que haya dicho, porque cuando estás con la cabeza perdida es un asunto grave, muy duro, durísimo.
La clave es saber aguantar hasta el final, no jubilarse nunca, ¿no?Paco: Todo es experiencia en la vida. Cuando llegas a mi edad, miras atrás, y es inevitable pensar: “Que me quiten lo bailao”.
Betty: ¡Olé!
