La renuncia este miércoles de Luis Videgaray al cargo de secretario de Hacienda de México supone
un "alto costo" para el presidente Enrique Peña Nieto y un reconocimiento implícito de que se equivocó al invitar a Donald Trump, según los analistas.
Y es que Videragay, quien ha acompañado a Peña Nieto desde su etapa como gobernador del Estado de México (2006-2011),
fue al parecer el artífice del encuentro de la semana pasada entre el candidato republicano a la Casa Blanca y el mandatario que desató una ola de críticas dentro y fuera del país. El criterio del hombre más fuerte del gabinete hasta ahora,
considerado una suerte de vicepresidente -una figura que no existe en el país-, se impuso frente al de otras voces, como la de la propia secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, que se oponía a la reunión.
Tras
la visita, en la que Trump reiteró su intención de construir un muro en la frontera común, Peña Nieto esgrimió la necesidad de abrir el diálogo con el magnate por la amenaza que supone para el país su posición sobre temas como la migración o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El presidente mexicano vive en su cuarto año de mandato una crisis de popularidad, que se vio agravada por la visita de Trump. Según analistas mexicanos, esta reunión fue largamente analizada por el gabinete y su máximo impulsor fue Videgaray, quien alegó que permitiría suavizar las posiciones en materia migratoria y económica de Trump, ferviente opositor al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Esta propuesta, que Peña Nieto avaló,
causó un encontronazo con la canciller Massieu, de quien se rumoreó que presentó su renuncia - pero no fue aceptada- tras el pésimo resultado del encuentro.
Tal y como informó a Efe una fuente de Hacienda, Videgaray "no ocupará ningún cargo público", lo que representaría una salida por la puerta de atrás de este cercano colaborador de Peña Nieto y doctor en Economía. Luis Videgaray llegó a finales de 2012 a la Secretaría de Hacienda, pero antes fue el coordinador de la campaña de Peña Nieto a la Presidencia, así como de la etapa transición entre el Gobierno entrante y el saliente. Esta
amistad y confianza entre el presidente y Videgaray se remontaba, al menos en el plano político, desde que del 2005 al 2009 el segundo fue secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de México, cuando Peña Nieto era gobernador.
El cargo de Videgaray lo asumió el economista y abogado
José Antonio Meade, un funcionario con larga experiencia en las finanzas y que fue canciller de Peña Nieto desde finales de 2012 hasta agosto de 2015, cuando ocupó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que ahora dirigirá Luis Enrique Miranda, subsecretario de Gobernación.
Tras la salida deVidegaray, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, Fernando Aportela, y el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez, presentaron también su renuncia. Admemás, una fuente de la Secretaría de Hacienda confirmó a Efe que también lo hizo la vocera de la institución, Claudia Algorri.