Balonmano
Dinamarca acompañará a Croacia en la final del Europeo de Noruega
sábado 26 de enero de 2008, 21:09h
Efe. Lillehammer (Noruega)
Las diferencias entre el vigente campeón mundial, Alemania, y el último bronce europeo y universal, Dinamarca, hay que buscarlas en ataque, donde mientras los teutones optan por potentes cañoneros, los nórdicos prefieren un juego más combinativo que ejecutan a la máxima velocidad.
Dinamarca llegó a gozar de una ventaja de dos goles (7-5), tras dos tiros fallidos de Pascal Hens, vio como en ocho minutos encajaba un contundente parcial de 0-8 que pareció alejar definitivamente (7-12) la final para los nórdicos.
Las seis paradas consecutivas del meta del Hamburgo, que llegó al descanso con un cincuenta y dos por ciento de paradas, permitieron poner en acción el vertiginoso contragolpe alemán, con el veloz Florian Kehrmann.
Sin embargo, Dinamarca no estaba dispuesta a caer una vez más, la quinta en los últimos seis años en las semifinales de una gran competición, y se agarró a la corpulencia del central Joachim Boldsen, que con dos goles finales dejó el marcador al descanso en un asumible 10-13 para los daneses.
Comienzo fulgurante de Dinamarca
El arranque danés en la segunda mitad fue grandioso. En poco más de tres minutos con dos robos de balón que apretaron el tanteador hasta un (13-14), que volvía a dar vida a los nórdicos. La remontada danesa se completó mediado el segundo tiempo y volvió a tomar la delantera en el marcador (17-16).
Una renta mínima que nórdicos y germanos se alternaron en los siguientes minutos para llegar igualados (22-22) al tramo decisivo del encuentro. Pero la exclusión de Klimovets, que permitió un fácil tanto de Spellerberg y una impresionante finta en giro de Jesper Jensen abrieron las puertas de la victoria a Dinamarca, que a los cincuenta y seis minutos se situaba 24-22 en el marcador.
El coraje de los alemanes les llevó a volver a empatar, con un último gol de Kraus, que dejaba más de treinta segundos a los nórdicos, en los que los Ulrik Wilbek poder demostrar toda su riqueza táctica.
Y en esta ocasión el elegido fue el pivote Knudsen que no sólo forzó con su veloz movimiento el penalti decisivo, sino también la exclusión de Preiss. Un penalti que Chrisitiansen no erró y certificó el pase a la final del conjunto danés.