Prepara con su equipo un documento de renovación para Vistalegre II.
La guerra interna en el seno de Podemos prosigue. En esta ocasión ha sido Íñigo Errejón el que prepara para la Asamblea Ciudadan de febrero en Vistalegre una propuesta para hacer de la formación morada un partido más democrático y que, de paso, impisa a su secretario general, Pablo Iglesias, elegir a dedo a la dirección, además de que en la ejecutiva no puedan estar presentes los líderes autonómicos.
Las propuestas avanzadas se enmarcan dentro del borrador del documento que Errejón y su equipo de colaboradores, entre los que se cuentan el responsable de Internacional de Podemos, Pablo Bustinduy, y la secretaria de Acción Institucional, Auxiliadora Honorato, preparan para Vitalegre II tras recoger las aportaciones de las bases en los encuentros mantenidos este fin de semana en todo el territorio.
En este sentido, los 'errejonistas' pretenden construir un Podemos más democrático, descentralizado, igualitario y plural, en el que se reste poder al secretario general. En concreto, el Consejo de Coordinación de Podemos -la ejecutiva- sería "una dirección democrática y colegiada", elegida por el Consejo Ciudadano estatal -el máximo órgano de dirección entre asambleas- en base a criterios "democráticos, de mérito, capacidad y proporcionalidad".
Se impediría que un miembro de la ejecutiva pueda compatibilizar ese cargo en la dirección con una Secretaría General Autonómica, como ocurre ahora en el caso de Pablo Echenique, que además de secretario de Organización, es el líder de Podemos en Aragón.
Propone fijar también la igualdad como prioridad de la organización, con el blindaje de un mínimo del 10 por ciento del presupuesto destinado a ese fin, la elaboración de un informe del impacto de género en la aprobación de los presupuestos y garantizar que "no hay más hombres que mujeres en los órganos".
Para ello, plantean que la descentralización se extienda a los recursos, es decir, que se dé autonomía financiera a la formación en las distintas comunidades y municipios, y apoyo económico para los círculos.
Además, propone el diseño de una Comisión de Garantías independiente, eficaz y transparente, y "elegida independientemente de las listas, con recursos y cuyos miembros no tengan otros cargos".
Defienden un poder "más repartido mediante la limitación de mandatos y cargos", lo que acerca su propuesta a las reivindicaciones de Anticapitalistas que también proponen acabar con los "hiperliderazgos" en el partido.