El Congreso ha acogido una trifulca entre defensores de ambos bandos.
Dos días ha tardado en romperse la tensa calma en el seno socialista tras las primarias acontecidas el pasado domingo. Ante las llamadas a la unidad que proclamaron todos los candidatos, algunos barones y miembros de la vieja guardia del partido han tratado de limar asperezas de manera pública con el nuevo Secretario General, pero este martes se ha desarrollado un chispazo entre seguidores de Pedro Sánchez y de Susana Díaz ante los focos del Congreso de los Diputados.
Si ayer Corcuera se daba de baja en el partido como señal de desacuerdo ante la victoria de Sánchez en la pugna por el liderazgo de la formación a través de la cual ejerció como ministro de Interior durante la estancia en Moncloa de Felipe González, la bancada socialista del Parlamento ha acogido la escenificación de las heridas que siguen abiertas en Ferraz. La diputada Margarita Robles y Antonio Trevín, portavoz de Interior del PSOE en el Congreso han sido los protagonistas de una escaramuza explícita.
El primero, próximo a la presidenta de Andalucía y la segunda, aliada del reelegido cabeza visible de la formación han establecido un rifirrafe en el que Robles ha reprochado a la ponente socialista el voto en contra sobre la Ley de Precursores de Explosivos. Trevín ha mediado en la discusión añadiendo gasolina. La refriega, que ha tenido lugar en el debate del proyecto de ley en la Comisión de Interior, ha arrancado cuando la favorable a Sánchez ha recriminado a Ana María Botella, ponente por decisión de Trevín, la postura de su partido.
"Nos íbamos a quedar solos y no entendía por qué se iba a votar no, cuando creía que procedía votar que sí y a Trevín no le ha gustado que se preguntara", ha confirmado Margarita Robles al ser preguntada por el incidente. "No tiene la mayor importancia", ha tratado de relativizar la diputada, pero el portavoz de Interior sí le ha dado relevancia al lance, ya que ha denunciado que es la primera vez en seis años que un diputado pide explicaciones sobre el voto a la ponente del grupo cuando lleva semanas trabajando en esta ley. "Me ha dejado realmente impactado", señaló Trevín, que ha definido la actitud de su interlocutora como una "desautorización pública" delante de toda la comisión.
Es más, al acólito de Díaz ha reseñado que Robles, que "no es una miembro especialmente activa", "debe respetar el trabajo del ponente". "Es importante que los diputados socialistas que intervienen en un momento dado encuentren el refuerzo de su grupo", ha reclamado Trevín en una jornada en la que destacados representantes en Andalucía de la candidatura de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE han coincidido en que no hay una "voluntad negociadora real" por parte de la candidatura de Susana Díaz de acordar listas de "integración y unidad" para el 39 Congreso Federal.