El secesionismo presiona a la Federación Catalana de Fútbol para que saque al Barça de LaLiga

La Generalidad y las organizaciones que han planteado un desafío independentista al Estado español pincharon en hueso al presionar al Barcelona para que el club adquiriera el rol político que anhelaban y se pisicionara en favor de la secesión catalanista. La directiva del club azulgrana se limitó a apoyar el referéndum del 1-O como muestra de "libertad de expresión" y a obligar a que el equipo jugara a puerta cerrada ante Las Palmas como protesta por los heridos que conllevó aquel complicado domingo inicial de octubre en la Ciudad Condal.

Pues bien, toda vez que el coloso del balompié mundial no se prestara a convertirse en el emblema que ofreciera el espaldarazo internacional a la postura independentista (la fuerza de Guardiola parece no bastar), el secesionismo está atacando a la Federación Catalana de Fútbol con el fin de generar una situación caótica que terminara por repercutir al Barça. Y es que la idea de los dirigentes que quieren escindirse de España es que dicha federación se salga del paraguas de la Real Federación Española de Fútbol.

Esa medida, según han explicado desde el Consejo Superior de Deportes y desde LaLiga, con Javier Tebas a la cabeza, obligaría a las instituciones españolas a aplicar la Ley del Deporte a todos los clubes que están afiliados a la federación catalana. Es decir, a todos los profesionales. Así, al desligarse de la RFEF, Barcelona, Espanyol o Girona, todos ellos en la Primera División del fútbol nacional, quedarían excluidos de cualquier competición de ámbito estatal. LaLiga y la Copa del Rey, por ejemplo.

Esta es la tesitura que se le presenta a la Federación Catalana de Fútbol. Se encuentra entre la espada y la pared, según narran fuentes del organismo. Por un lado cuentan con la presión del independentismo -que saliba con el uso de la bandera del Barcelona a su favor- y por el otro se agrupan los clubes -que no quieren dejar de jugar en LaLiga y caer en el ostracismo- y sus propios intereses, ya que dicha federación cuenta con una inyección imprescindible para su presupuesto proveniente de las arcas de la RFEF. Ante la gravedad de la circunstancia, miembros de la federación catalana han salido a la palestra para tratar de relativizar el asunto.

Un portavoz de la federación ha respondido a esa información que en su organización se trabaja desde "la normalidad" y "sin recibir presiones políticas". Además, ha recalcado que en ningún caso se han planteado la posibilidad de variar su continuidad en la RFEF: "No se está planteando ni una cosa ni otra, este tipo de decisiones no está en nuestro día a día".

Este miércoles, durante la presentación del presupuesto del Fútbol Club Barcelona, el director general Óscar Grau subrayó que su equipo quiere proseguir compitiendo donde lo hace. "La Liga y el Barça han de ir de la mano", ha proclamado un directivo que, tras definir el presupuesto del club clué es el mayor de su historia, ha querido rebajar la implicación política del Barça. "El objetivo de nuestra entidad es hacer deporte", arguyó antes de replicar que ninguno de sus patrocinadores les ha planteado rescindir el contrato como consecuencia de la inestabilidad económica destada tras el 1-O.

"Ante la complejidad de lo que pueda suceder en el futuro con la independencia de Cataluña, dónde pueda jugar el Barça o no es algo que abordaremos cuando toque con la Junta y lo haremos con 'seny' (sentido común)", había manifestado hace días Josep Maria Bartomeu, quien recordó que la independencia de Cataluña no es un tema sobre el que se haya debativo en la cúpula del club. Sin embargo, al mismo tiempo, Tebas lamentaba que cada vez veía más cerca una Liga sin Barça ni Espanyol.