El país se ha puesto duro con la organización internacional tras conocerse los desmanes de alguno de sus dirigentes.
El ministerio de la Planificación y la Cooperación Externa de Haití ha publicado este jueves una medida potente: suspenderá por dos meses las actividades de la ONG Oxfam. Durante ese plazo el Ministerio Público del país investigará el caso en el que presuntamente dirigentes de la organización británica contrataron a prostitutas en esa nación tras el trágico sismo de 2010. Este es el inicio de un paquete de acciones que ha anunciado el Ejecutivo.
La medida estrella, esa suspensión, fue tomada sólo tres días después de que el ministro de Planificación y Cooperación Externa, Aviol Fleurant, se reuniera con Simon Ticehurst, representante regional de la ONG. El tesimonio del delegado de la organización solidaria, basado en la petición de disculpas por el escándalo destapado por The Times, no funcionó y no ha podido evitar el enésimo revés para Oxfam -que ya ha despedido a algunos de los más altos directivos-.
"Las acciones de Oxfam han tocado la dignidad del pueblo haitiano. La decisión del Gobierno de suspender a Oxfam es una decisión para decir al mundo que Haití no es este país donde las ONG pueden hacer lo que quieran", ha expuesto Fleurant durante una rueda de prensa en la que ha catalogado lo ocurrido como un "crimen grave". "Hoy tomamos una decisión temporal, pero esto (la suspensión) puede ser definitivo después de nuestra investigación. La gente de Oxfam sabía de estas actividades y lo ocultaron", ha proclamado.
El dirigente también ha lamentado el "significativo impacto" que tendrá la decisión tomada para el renacer de Haití, un país desvastado desde enero de 2010, cuando un terremoto mató a 300.000 personas y generó el desplazamiento de 1,5 millones de cuidadanos. No en vano, la ausencia de la influencia de esta ONG provoca un reajuste importante en las labores de reconstrucción de las vidas e infraestructuras.
Así lo ha atestiguado Antonio Rodrigue, ministro de Relaciones Exteriores de Haití, que expuso el 15 de febrero que el Gobierno investigará el esándalo pero señaló que Oxfam es socio del Ejecutivo y es obligatorio cumplir la ley. "Nosotros tenemos que defender el interés de los haitianos", rubricó. Por su parte, el presidente, Jovenel Moise, publicó en Twitter que lo sucedido con Oxfam en Haití "es una violación extremadamente grave de la dignidad humana".
"No hay nada más escandaloso y deshonesto que un depredador sexual que utiliza su posición como parte de la respuesta humanitaria a un desastre natural para explotar a las personas necesitadas en sus momentos de mayor vulnerabilidad", criticó Moise nada más conocer lo sucedido. Pero la situación actual, en la que un representante de la organización humanitaria ha recalcado que han entregado "informes al Gobierno y vamos a cooperar en el futuro con el Gobierno", se antoja trascendental la medida asumida como un golpe de autoridad.
"Lamentamos lo que pasó, pero vamos a ver lo que va a pasar en el futuro", expuso el respentante regional de una ONG que trata de capear la pérdida de legitimidad. Lo ha hecho este día publicando un comunicado en el que asegura que sus "afiliados" en Italia, España y Quebec (Canadá) continuarán "trabajando en importantes proyectos de reconstrucción y desarrollo" en Haití. "Y anticipamos que la suspensión temporal a Oxfam Reino Unido tendrá un significativo impacto en su trabajo", reza ese texto.
Por último, las autoridades británicashan abierto una investigación sobre la gestión de Oxfam en torno al mencionado escándalo sexual. Ya se cuenta con el testimonio de Roland van Hauwermeiren, antiguo director de la misión en Haití. Este dirigente reconoció parte de los hechos que están siendo publicados aunque defendió que se están reportando "exageraciones y mentiras". Y confesó que mantuvo "relaciones íntimas" con una mujer durante la misión de ayuda humanitaria en Haití tras el terremoto.