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NOVELA

Adélaïde de Clermont-Tonnerr: El último de los nuestros

domingo 17 de junio de 2018, 17:53h
Adélaïde de Clermont-Tonnerr: El último de los nuestros

Traducción de Dolors Gallart. Roca. Barcelona, 2018. 381 páginas. 19,90 €.

Por Jorge Pato García

Richard Peter fue un fotógrafo alemán que retrato entre otras cosas los horrores de la guerra. Es famosísima la imagen en la que aparece la ciudad de Dresde completamente destruida, siendo uno de los mejores ejemplos gráficos de la devastación que producen las contiendas.

Durante ese bombardeo comienza la historia de El último de los nuestros: mientras una mujer agoniza y caen desde el cielo incesantemente bombas y artefactos incendiarios, se produce el milagro de la vida y nace un niño, vida y muerte unidas en unos pocos minutos ya que la madre fallece, lo que hace que este bebé, llegado al mundo en un momento de muerte y catástrofe, quede a cargo de la cuñada de la difunta madre.

Desde 1945 viajamos temporalmente hasta el año de 1969, y de la Alemania nazi en los días previos a la rendición a la ciudad de Nueva York. Allí Werner Zilch cree tener el mundo a sus pies. Hijo adoptivo de una familia de clase media intenta hacer fortuna mediante la rehabilitación de edificios en Brooklyn. Reúne todas las características para ser un hombre pretencioso, ya que a su atractivo hay que añadirle una dosis de arrogancia, buenas dotes de seducción y una seguridad en sí mismo, por lo que está llamado a ser una figura destacada de esta ciudad vibrante.

Pero la existencia le colocará en su sitio, al conocer a Rebecca Lynch, pues además de quedar completamente encandilado con la joven, verá actualizada en su persona la historia de Romeo y Julieta. Werner y Rebecca inician una intensa historia de amor, a la que se le pondrá freno por parte de los padres de ella. Los Lynch, una de las familias que podrían ostentar el adjetivo europeo de rancio abolengo, no le consideran digno de ser la pareja de su amada hija, a lo que se une un encuentro con la madre de Rebecca, que hará que los orígenes de Werner vayan a ser determinantes en esta historia.

Rebecca desaparecida y su reencuentro con Werner será una situación desconcertante que solo la reconstrucción de su pasado podrá salvar a su amor, sirviéndole como inicio de esas pesquisas la enigmática frase bordada en su ropa de bebé con la que le entregaron a sus padres adoptivos: “Se llama Werner Zilch. No le cambien el nombre. Es el último de los nuestros”.

La escritora y periodista francesa Adélaïde de Clermont-Tonnerre debutó en la novela con Fourrure, que quedó finalista del premio Goncourt y cosechó una gran acogida. Con su segundo título, El último de los nuestros, ganadora del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, confirma su buen hacer

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