Los dos equipos han rendido tributo a la golfista española asesinada en Estados Unidos.
En la sesión de fotos de la segunda jornada de entrenamientos de la Ryder Cup, la pomposa competición bienal de golf entre Estados Unidos y Europa que se disputará este fin de semana en Le Golf National, a las afueras de París, el equipo norteamericano ha llevado puesto un lazo amarillo en homenaje a la golfista española Celia Barquín, recientemente asesinada en Iowa. Los doce componentes de la delegación estadounidense, entre los que destacan los veteranos Tiger Woods y Phil Mickelson, se unen así al gesto iniciado por el equipo europeo, del que forman parte los españoles Sergio García y Jon Rahm.
El castellonense y el vizcaíno se han erigido en las dos piezas que aportan pasión al equipo europeo de esta Ryder. "Somos los dos un remanso de paz", aseguró con ironía Rahm, arrancando una sonrisa a García. "Creo que la pasión que aportamos y que aporta el golf español es una receta que funciona muy bien en esta competición", esclareció el joven golfista vasco, en un tributo a aquella pareja conformada por José María Olázabal y el difunto Severiano Ballesteros -ganaron la edición de Valderrama, España, en 1997-.
García, por su parte, ha declarado que "son muchas (Ryder Cups) ya, pero sigo estando entusiasmadísimo, con muchas ganas de ayudar a todo el equipo y hacer que se sientan cómodos y puedan dar el máximo de si". El levantino devutó en 1999 y desde entonces ha competido nueve veces en esta prueba. En este caso forma parte de la selección de cuatro elegidos por el capitán europeo, Thomas Bjorn, que se añaden a aquellos que se han clasificado por sus resultados y posición en el ránking.
Francesco Molinari, número cinco del mundo y una de las principales bazas del equipo europeo, consideró ante los micrófonos que "claramente se que Sergio va a ser muy importante esta semana para todo el equipo. Y se merece ser uno de los más importantes del equipo". Pero, claro, en la otra trinchera figuran, entre otros, el renacido Tiger Woods, que viene de ganar su primer torneo después de pasar cinco años de travesía por el desierto.
A este respecto se ha referido Jon Rahm alegando que "una vez que llegas a la Ryder, lo que hayas hecho antes da igual. Se trata simplemente de jugar mejor que tus contrincantes ese día". Este número ocho del mundo, que también se ha ganado un puesto automático en la escuadra europea, ha reconocido que el recorrido de Le Golf National le trae buenos recuerdos a él y a García. Fue en el Abierto de Francia disputado en junio.
"Lo pasamos bien, estuvimos los dos para ganar y esperemos que podamos jugar parecido a como jugamos esa semana", confesó Sergio, quien advirtió a Rahm que lo importante es que se divierta. El vasco, desde su prisma, remarcó que "(García) jugó su primera Ryder cuando yo no había cumplido cinco años. Es un ídolo y sería un honor compartir partido con él". Los dos españoles se colocaron un lazo en memoria de Celia Barquín, gesto que replicaron todos sus compañeros.
El capitán del equipo europeo vaticinó en la presentación de la 42 Ryder Cup que "aquí están los 24 mejores golfistas del mundo. Y cuando te enfrentas a ellos son capaces de cosas espectaculares en ambos bandos". Su homólogo estadounidense, Jim Furyk, consideró que "el éxito de Tiger agrega entusiasmo a un torneo que ya de por sí es el acontecimiento probablemente más importante y grandioso del mundo del golf".
En el bando local se congrega Justin Rose (ganador de la FedEx Cup y número 2 del ránking), que se medirá a sus rivales en el Top-10 mundial, los norteamericanos Dustin Johnson (1º) y Brooks Koepka (3º). "Los grandes logros te pueden quitar un poco de energía, pero esta es la competición que vienen esperando la mayor parte de la temporada", expuso Bjorn acerca del triunfo de Rose y del de Tiger, amén del proceso por el que han pasado sus 11 compañeros para formar parte del equipo europeo.
Si (
No(
