Este fin de semana, el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, protagonizó un tenso momento durante una visita a Teramo coincidiendo con la campaña electoral en los Abruzzos.
Durante un encuentro con los ciudadanos en plena calle, un vendedor ambulante extracomunitario se aproximó a Salvini y le pidió que le ayudara. "¿Cómo?", respondió incrédulo el ministro de la Liga Norte mientras el vendedor le mostraba una bandeja de objetos a la venta, entre ellos mecheros, cuyo precio el propio ministro calificó de "abusivo".
"No, no tengo nada que comprar", continuó diciendo Salvini, que terminó espetando al hombre: "¡E che cazzo!".