El líder de Vox, Santiago Abascal, inauguró este jueves la serie de entrevistas de El Hormiguero a los líderes de los partidos que concurrirán a las próximas elecciones generales.
Abascal reconoció su animadversión al presidente del Gobierno señalando "su actitud chulesca y altiva" mientras que a Rivera le acusó de juego sucio.
En una entrevista algo más tensa de lo habitual en el programa de Motos, ambos repasaron el ideario de Vox sin reparar en medias tintas. Sobre si es una ppersona homófoba, Abascal respondió un "no" antes de asegurar que prefiere ver a un niño adoptado con un padre y una madre antes que con una pareja homosexual.
Sobre el problema migratorio en Melilla, apostó por "hacer un muro más grande" y "mandar al Ejército de apoyo". Su solución para los menas, si son extranjeros, "expulsarlos del país",
Mientras que para Cataluña, Abascal plantea "ordenar a Interior la detención de Torra, aplicar el 155, suspender la autonomía y desmantelar TV3 y los Mossos d'Esquadra".
Salvando un breve momento al comienzo en el que Abascal bromeó con Motos entregándole antiinflamatorios y aceite para las críticas que recibirá, el resto del programa estuvo marcado por un tono serio, sin apenas espacio para algo de algarabía marca de la casa.
Abascal ha sido el primero de la serie de entrevistas que hará El Hormiguero a los principales cabeza de listas de los partidos. Pablo Motos, criticado desde que se supo la invitación a Abascal, se defendió recordando los cargos electos de Vox desde los diputados hasta los concejales, que es un partido "que existe" y que su programa, en afán democrático y como ha hecho anteriormente, invita a todas las fuerzas políticas nacionales con representación. Motos apostilló, sin embargo, que nadie del PSOE acudirá al haber rechazado Sánchez la invitación y que sería "descortés para el resto" admitir a alguien que no fuera el líder del partido, como si han hecho los otros.
El siguiente en acudir será Íñigo Errejón el próximo martes, 15 de octubre.
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