Puerta cerrada

Puerta Cerrada es un rincón de Madrid que me atrae especialmente. Admito que no es bello ni bucólico y que la plaza es irregular, desordenada y demasiado bulliciosa en cualquier momento del día o de la noche. Además, lleva el nombre de una Puerta que sólo podemos evocar a través del recuerdo de los libros de historia. Fue construida en la primera mitad del siglo XII y, por entonces, la llamaban la Puerta de la Culebra, en honor al bicho que había tallado en la piedra de su torre.

Por lo visto, dicho acceso a la ciudad amurallada era terriblemente angosto y con giros pronunciados que impedían a los que salían y a los que entraban verse los unos a los otros. El arrabal extramuros estaba deshabitado y, por lo tanto, oscuro y solitario. Fueron tantos los "lances y desgracias" acaecidos, tantos los bandoleros y malhechores que aguardaban a sus pobres victimas para atacarlas y robarlas, que no hubo más remedio que ordenar el cierre de la maldita puerta, que obviamente se quedó con el nombre de Puerta Cerrada. Y ya saben lo que ocurre con estas cosas. Aunque una vez poblado aquel paraje, el acceso se volvió a abrir y, tiempo después, fue derribado el monumento y la muralla con él, el apelativo de Puerta Cerrada ha llegado hasta hoy. Ya Tirso de Molina hizo referencia a esta curiosidad con unos versos, "Como Madrí está sin cerca, a todos gustos da entrada; nombre hay de Puerta Cerrada, más pásala quien se acerca".

Después de un final de año 2007 realmente violento, con espectaculares atracos a centros comerciales, furgones blindados y exclusivas tiendas de la "Milla de Oro", y preocupada también por los asaltos a chalets, incluso a los que parecen mejor protegidos, con sus legítimos moradores literalmente molidos a palos, no puedo dejar de estar de acuerdo con la Delegada del Gobierno en nuestra ciudad, cuando declara que "Frente a la especialización de la delincuencia, nosotros podemos responder con una mayor especialización de la policía y más medios".

Es verdad, ya no vale de nada una simple puerta cerrada. Ni siquiera las de la modernísima T -4. Aún así, deberían estar cerradas.