DINERO PARA LOS COLEGIOS CONCERTADOS

Como anticipé la semana pasada, existían socialistas hostiles al enfrentamiento con la Iglesia por la suspensión de ayudas a los colegios concertados. Al menos tres presidentes autonómicos, de sólida ideología socialista, se han enfrentado con el extremismo del Gobierno sanchista anunciado que otorgarán, sin discriminación, dinero a la educación concertada. “No vamos a aceptar que desde Madrid se nos imponga dónde tenemos que invertir. Es nuestra competencia”. Esta es la posición, según El Confidencial, de Guillermo Fernández Vara, Emiliano García Page y Javier Lambán.

Varios presidentes de Comunidades Autónomas mayoritariamente socialistas, a los que hay que sumar las presididas por el PP y, tal vez, alguna más, desobedecerán lo decidido por el entusiasmo sectario de la ministra Celaá.

Los padres tienen todo el derecho a decidir la educación de sus hijos y la concertada es una opción que cuenta con apoyos considerables. Los hijos no son del Estado. Esa es una fórmula sustancial del comunismo estalinista. Los hijos son de los padres y a ellos corresponde la responsabilidad de proporcionarles la educación adecuada, conforme a sus creencias y simpatías.

Dos millones de niñas y niños, de adolescentes, están matriculados en colegios adheridos al concierto. Forman más del 25% de la población escolar. Los presidentes autonómicos tienen conciencia de lo que eso significa y naturalmente no están dispuestos a incorporar sectarias decisiones sanchistas que puedan fragilizar el equilibrio educativo de sus respectivas Comunidades Autónomas.

En una nación libre como España, el sectarismo socialista-comunista del Frente Popular se enfrenta con la coherencia de las posiciones democráticas a izquierda y a derecha. Y la Educación se encuentra en la médula de la política profunda. Sobre todo de cara al futuro.