El serbio fue eliminado de manera automática y Carreño está en cuartos. España queda con un representante tras la derrota del joven Davidovich.
Si este 2020 se podría catalogar como el año de lo insospechado, lo ocurrido en el Abierto de Estados Unidos este domingo no escaparía con sencillez a dicha catalogación. Novak Djokovic, número uno del mundo del tenis y favorito absoluto para triunfal en el Grand Slam americano, ha sido descalificado por golpear con la pelota a una jueza de línea. En consecuencia, además de caer eliminado, la USTA (asociación de tenis del país norteamericano) le sanciona con dinero y puntos del ránking ATP.
Este entuerto de complicada explicación para la estrella balcánica tuvo lugar en su duelo de octavos de final ante el español Pablo Carreño. El emblema de Serbia venía imbatido en esta temporada. Encadenaba un récord de 26 victorias y ninguna derrota, marca que se construyó antes y después del parón por el impacto del coronavirus en el planeta. Y subido en esa inercia triunfal cometió semejante imprudencia.
Porque 'Nole' dio un pelotazo a la jueza de forma involuntaria. No estaba jugando frente al asturiano con el rendimiento que tenía pensado y en una muestra de rabia consigo mismo lanzó la raqueta para golpear a una bola, sin mirar a la trayectoria a la que había dirigido el lanzamiento. La mala suerte quiso que supusiera un buen choque para el físico de la jueza de línea, pues quedó parcialmente sin respiración tras recibir el bolazo en el cuello. Esa reacción ante la pérdida de una oportunidad de break le valió la descalificación.
La trabajadora herida cayó al suelo, visiblemente dolorida y sorprendida. Djokovic, igualmente sorprendido, fue a socorrerla de inmediato, pidiendo todas las disculpas que supo expresar. Pero el juez de silla lo tuvo claro: ese tipo de conducta y con ese resultado no está permitido en las canchas del US Open. La eliminación del balcánico se decretó automáticamente.
Para el recuerdo quedará este incidente que arrancó a Novak la oportunidad de pelear por el acceso a cuartos de final -billete que, en consecuencia, sí facturó Carreño- y de seguir con su racha, amén de ver abortada de cuajo su intentona de levantar el Grand Slam número decimoctavo de su palmarés. Su pérdida de control, tras serle remontado un 0-40 (tres bolas de rotura que habrían casi decantado a su favor el set inicial), ha pasado ya a los anales de este deporte.
De nada valdría la discusión que mantuvo durante minutos con los oficiales de la cancha. Con la jueza de línea arrodillada, Djokovic asumió la situación y fue a darle la mano a Carreño, que se medirá en la siguiente fase al ganado del partido que mide esta madrugada al belga David Goffin, séptimo cabeza de serie, y al canadiense Denis Shapovalov, duodécimo preclasificado. La aplicación del código de conducta expulsó al máximo favorito. Hacía dos décadas que un tenista no era descalificado (el último era Stefan Koubek, que en Roland Garros 2000 golpeó con la pelota a un recogepelotas, también sin querer).
La estupefacción del tenis ante estas imágenes es palmaria. El propio Carreño no daba crédito a lo sucedido. "No vi el momento en el que (Djokovic) lanzó la bola. Estaba mirando a mi entrenador celebrando el punto y cuando volví a mirar la juez estaba en el suelo. Soy muy aprensivo con este tipo de cosas así que estaba un poco en shock. Vi a la jueza tirada en el suelo, con la mano en el cuello y que le costaba respirar", expuso.
El español aclaró, de todos modos, que no cree en que el balcánico haya actuado así queriendo. "No creo que nadie, ninguno de nosotros, lo hace de forma intencional. Es el momento, le rompí el saque y tiró la bola. Creo que fue mala suerte", analizó, agregando que "Novak es un gran jugador y una gran persona". "No es la forma en la que quiero llegar a cuartos, pero las normas son las normas. Este tipo de cosas nunca nos gustan. El árbitro y el supervisor hicieron lo correcto pero no es fácil", sentenció.
El protagonista, por su parte, se sinceró cuando tragó la primera reacción de decepción. "Toda esta situación me ha dejado realmente triste y vacío. He preguntado por la juez de línea y el torneo me ha dicho que gracias a Dios se encuentra bien", avanzó en una publicación emitida en sus redes sociales Djokovic. Alegaría, asimismo, que "lamento haber causado tanto estrés de manera tan involuntaria" y aseguró que trabajará para convertir la decepción en "una lección para mi crecimiento y mi evolución como jugador y como ser humano".
Este extraño suceso, por tanto, deja al tenis español con Carreño como único representante en los cuartos de final de torneo neoyorquino. Antes había jugado y perdido el otro tenista en liza, Alejandro Davidovich. La perla de 21 años fue arrollada por Alexander Zverev. El alemán, quinto cabeza de serie, le endosó un 6-2, 6-2 y 6-1. Tras este palo, que sin embargo no es más que el final de una sensacional participación, el malagueño explicó que "mis sensaciones son muy buenas, he llegado a la segunda semana y la verdad es que estoy muy contento del nivel que he hecho y nos vamos muy contentos".
Y el número 99 del circuito masculino admitió que "tengo que pulir mucho detalles". "Obviamente todo. Mi derecha, mi saque, todos mis golpes, el juego de pies, obviamente también la mentalidad. Hay que ir puliendo muchas cosas. Físicamente puedo estar mucho mejor. Básicamente todo, mi cuerpo entero", reconoció, aunque destacó que intenta seguir "construyendo" su juego. Esta experiencia le hará crecer en una evolución que parece estar germinando de forma precoz y consistente.