El club catalán ha enfocado su derrota en el discutido penalti anotado por Sergio Ramos.
El Fútbol Club Barcelona acabó el Clásico ante el Real Madrid echando humo. Su enfado residía en la sensación de haber sido perjudicados por el colegiado y por el uso del VAR. En concreto, en el dudoso penalti pitado a Lenglet sobre Sergio Ramos, que desembocaría en el 1-2 que encarriló el triunfo merengue en el Camp Nou. Así que Martínez Munuera, el trencilla, se tornó en la diana de algunos de los miembros de la delegación azulgrana.
Ronald Koeman, el entrenador que debutaba en este tipo de eventos desde el banquillo, compareció ante los medios y fue claro. "Para mí no es penalti y al final del partido le he dicho al árbitro que ojalá me puedan explicar lo que pasa con el VAR aquí en España. Llevamos cinco jornadas y el VAR siempre ha entrado en contra del Barcelona", denunció.
"¿Por qué solo hay VAR en nuestra contra? Lenglet coge de la camiseta a Sergio Ramos, pero ni mucho menos es suficiente para que sea penalti. El penalti ha sido decisivo en el desenlace del partido", sentenció un estratega neerlandés que no pudo disfrutar de la victoria de su revolución juvenil, a pesar del tanto anotado por Ansu Fati y de haber metido a Dembélé y Trincao en el último tramo del minutaje.
En todo caso, el preparador se mostró satisfecho por el rendimiento de sus subordinados. Confesó que "el plan fue tener el control" y por eso cambió "la posición de Leo Messi" y puso "a Ansu Fati de '9' para aprovechar su velocidad y buscar la espalda de la defensa del Real Madrid". Y con 1-2 en contra realizó un triple cambio porque "quería intentar mejorar y crear oportunidades de gol con los jugadores que había en ese momento en el campo y la entrada posterior de Dembélé y Trincao ha sido para buscar el uno contra uno desde la banda". Lo importante, señaló, "es seguir trabajando, analizar el partido, darse cuenta de que aunque el resultado ha sido negativo hemos hecho un buen partido y no tener miedo por haber acumulado dos derrotas en LaLiga".
Sergio Busquets, el mediocampista emblemático, consideró que "el penalti ha sido demasiado castigo". "A veces entra el VAR y otras no. Nos dicen que el VAR solo entra en las jugadas claras y la de hoy no lo ha sido", lamentó, antes de recalcar que "antes del penalti estábamos cómodos, teníamos la pelota y estábamos encontrando los pasillos interiores con Leo Messi". "La derrota ha sido dura porque teníamos muchas esperanzas en este partido. Ha sido un encuentro muy igualado y en la segunda parte hemos salido bien y hemos tenido la oportunidad de Coutinho. Pero el penalti lo ha cambiado todo", zanjó.
Guillermo Amor resultaría más enfático. "Estas jugadas deciden ligas", proclamó el director de relaciones institucionales y deportivas del F. C. Barcelona. Y añadió lo siguiente: "Hay que unificar criterios y si se revisa una jugada, se revisan todas y es mucho mejor. ¿Y por qué, en las que revisamos, si son iguales, unas se pitan y otras no?".
"Cuando los jugadores no están bien, salen del equipo y no juegan el próximo partido. Pues con los árbitros de campo y del VAR deberían tomarse decisiones, que no sé si las toman, porque no estoy al día", continuó. Para, de inmediato, argumentar que "estas jugadas normalmente no se pitan. Hay un pequeño agarrón, pero Sergio es un tío fuerte y resulta difícil tirarle. Y parece que el balón no iba en esa dirección y no llegaba". "La semana pasada hubo una jugada del Betis mucho más clara y luego no se pitó", remató.
Pero hubo otro directivo catalán aún más contundente en la queja. Xavi Vilajoana, miembros de la Junta Directiva del Barcelona, usó las redes sociales para opinar en relación con el agarrón de Lenglet a Ramos. "Esto es un puto escándalo. Munuera vete a cagar...", escribió. Y minutos más tarde, tras borrar esa publicación, comentó esto: "Reconozco que en caliente no he utilizado las palabras más adecuadas, así que pido disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido. Pese a todo, sigue siendo escandaloso: Lenglet 'agarra' de la camiseta instintivamente cuando recibe el empujón y en ningún caso provoca penalti. Quien ha jugado al fútbol lo sabe".
Sergio Ramos, uno de los protagonistas del lance y del partido, aclaró su punto de vista. "Tanto Lenglet como yo a veces vamos al límite. Este era un marcaje al límite. Penalti claro, me agarra. Juzgar al árbitro por eso es injusto. El VAR está para ayudarnos. Con el 1-2 decidimos no meter el culo atrás y fuimos a por el tercero”, resumió. Cabe destacar que ni Lionel Messi ni Gerard Piqué, capitanes del equipo, dieron la cara en los micrófonos de la televisión que retransmitió el duelo. Enviaron al nuevo, a Sergiño Dest.