Al más puro estilo chavista e intervencionista, el Gobierno de Baleares, que preside la socialista Francina Armengol, ha expropiado 56 viviendas a sus propietarios con la excusa de que estaban vacías y con el argumento propagandístico de que serán destinadas a alquileres sociales. El consejero de Vivienda ha alardeado del saqueo por tratarse de “una medida pionera”.
Pero todo apunta a que, además de una medida pionera, se trata de un ensayo general de los gobiernos socialcomunistas, donde Podemos presiona a Pedro Sánchez para sacar adelante la ley de la vivienda y controlar el precio de los alquileres, entre otras medidas marxistas. Hay que tener en cuenta que Francina Armengol gobierna con Podemos y Més per Mallorca, un partido ultranacionalista y pancatalanista. De ahí, que el español haya sido excluido de las escuelas y que el idioma oficial sea el catalán. Hasta para ejercer la Medicina es indispensable hablarlo.
La decisión del Gobierno balear de expropiar viviendas supone un ataque directo al derecho a la propiedad privada, al Estado de Derecho y a la seguridad jurídica, además de vulnerar la libertad individual. También perjudica gravemente a la inversión extranjera, pues en Baleares, por ejemplo, muchos alemanes y británicos adquieren viviendas para pasar largas temporadas.
Pero al PSOE y Podemos no parece importarles arruinar España y que el paro se desboque.Y con la excusa de que los propietarios son grandes tenedores, los socialcomunistas solo buscan atacar a los que consideran “los más ricos”, cuando en la mayoría de los casos se trata de trabajadores que invierten sus ahorros en la vivienda y en algunos casos en una segunda residencia para pasar las vacaciones. La deriva totalitaria de los gobiernos socialcomunistas como el de Sánchez o Armengol comienza asaltando las Instituciones para, después, erradicar la libertad individual. La expropiación de viviendas en Baleares solo es el primer paso. Un mero ensayo para lo que se avecina.