Como espectador siempre me llamó la atención, y creo que a todos aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo, la absoluta y desmesurada devoción de sus hijos hacia José.
Durante muchos años no acerté a entender cómo se podía querer a alguien por encima de a uno mismo, y en este punto quiero recalcar que en este caso no es una frase hecha, que era lo que día a día sus hijos demostraban sentir por su padre. Con el tiempo creo que finalmente entendí el porqué y es lo que hoy quiero compartir con vosotros.
Para aquellos que no lo hayan conocido, y después entenderán porqué hago esta reseña, os voy a contar muy brevemente su historia.
José nació en un pueblo pequeño de Galicia. Su niñez se vio marcada por un serio problema de salud que le conllevaría no sólo pasar 3 años postrado en una cama sino que además le ocasionaría una cojera que le acompañaría por el resto de su vida. Sin embargo, esto no fue obstáculo para alcanzar su sueño de ser periodista a la vez que conquistaba a la que por ese entonces era la mujer más guapa de Madrid.
Periodista de raza, corazón y vocación, lo consiguió todo a nivel profesional dentro de la agencia EFE. En una época donde aún las comunicaciones no eran fáciles, estuvo presente en los momentos más importantes y decisivos de la historia latinoamericana moderna. Testigo de privilegio en la matanza de Tlatelolco, del golpe militar en Chile, de la dictadura Argentina, la guerra del Fútbol.... Y así podría enumerar hasta el cansancio sus batallas.
Hago esta breve reseña de su vida no con el objetivo de destacar, su muy reseñable vida profesional, sino para que entendáis que era una persona que ponía el corazón y la vida en todo aquello que hacía. José fue, sin temor a equivocarse, alguien que se bebía la vida a sorbos y la vivía con una intensidad poco habitual en el resto de nosotros.
Una vez os habéis hecho la composición de su personalidad y manera de afrontar la vida entenderéis lo que a mi tanto me costó comprender. El amor incondicional de sus hijos emana justo de ahí, de su forma de ser, de su manera de entregarse a todo aquello que le apasionaba. Imaginaros, alguien que ponía siempre el corazón de esa manera en su trabajo sin guardarse nada qué no haría por su mayor pasión que no era otra que su familia? José, como era su forma de vivir, lo dio todo por su familia, y sus hijos hoy no hacen más que responder y corresponder a todo aquello que recibieron, pero además lo hacen de la forma que él les enseñó, sin guardarse nada y con una pasión por encima de lo normal.
José, sin duda fuiste un ejemplo de cómo vivir la vida, y la persona con más exito que he conocido. En tu proyecto más importante, tu familia, destacaste muy por encima de los demás y, al igual que tú lo fuiste de momentos históricos, soy testigo y doy fe de ello.