Desde ciertos sectores de la extrema izquierda se busca desesperadamente...
Desde ciertos sectores de la extrema izquierda se busca desesperadamente un escándalo económico o laboral que cuartee la solidez política de Isabel Díaz Ayuso. No se trata de que sea verdad. Basta con que haya indicios que permitan a los medios de comunicación afines, sobre todo a determinados espacios de televisión, que se ceben contra la presidenta en los últimos días de la campaña, triturando una buena parte del voto favorable. La verdad es una debilidad democrática de la burguesía. Si es necesario inventarse una historia, se inventa y luego ya se verá.
El mundo liberal conservador, el centro derecha español, ha cometido el error, el inmenso error, de permitir que se entregue a militantes y simpatizantes del extremismo izquierdista los espacios más suculentos de varios canales de televisión, poniendo en las manos y en las bocas de los rivales electorales la posibilidad de la agresión y el mordisco. Si la maniobra se hace con habilidad y de forma eficaz, apenas dará tiempo a revolverse para contener la hemorragia de los votos. Los alfiles del Partido Popular deben estar especialmente atentos a una maniobra que podría explosionar, con daños irreparables, en la última semana de este mes de abril. Es mucho lo que se juega en las elecciones madrileñas y los sectores que acaudillan la revolución contra el sistema del 78 tienen las navajas en alto y están agazapados a la espera del momento más conveniente para saltar sobre la pieza que se pretende abatir.
