Si tuviésemos que definir esta novela brevemente los adjetivos emocionante y conciso serían los más certeros. Pocas veces en un volumen tan breve se puede encontrar un resumen tan intenso de sensaciones, emociones y una historia apasionante. El mundo de la música es el protagonista absoluto de esta narración en la cual vamos a poder ver el análisis que hace un pianista de renombre desde la perspectiva de sus años de ancianidad y ya alejado de los escenarios.
Será a través de varias reuniones en un café en Viena en las que Suvorin, pianista ruso, irá desgranando su historia personal a un escritor que trata de plasmar su biografía antes de que sea demasiado tarde.
Además de conocer su infancia, sus primeros años en la Unión Soviética, sin duda lo más interesante comienza cuando descubre su pasión por el piano. Pero como siempre las dictaduras comunistas han estado en contra de los librepensadores y de aquellos que buscaban a través del arte poder dar un punto de vista nuevo, diferente y personal sobre las realidades de la vida.
El pianista ruso toma una decisión que marcará sin duda alguna su carrera, no quiere más aplausos importados, no quiere que le regalen los oídos al acabar la interpretación de los repertorios clásicos. Por ello decide experimentar y ofrecer conciertos con músicas menos ceñidas a los cánones exigidos por el público en general. Y esto le llevará a que incluso tenga que hacerlos en la clandestinidad, ya que el pensamiento único del comunismo le intenta “reeducar” y le obliga a que siga interpretando piezas clásicas y “oficialmente“ agradables para el régimen.
A lo largo de su biografía también aparecen historias y vivencias relacionadas con otros músicos de la época y el que sin duda alguna ocupará una mayor parte del relato será Sviatoslav Richter, protagonista de una trayectoria peculiar ya que le apasionaba tocar en escenarios pequeños y fuera de las grandes urbes, por ejemplo en España se negó a tocar en Madrid y tocó en Albacete, lo que nos da una ligera idea de cómo era su forma de actuar.
La melancolía y la genialidad unidas en un relato biográfico que además de no dejar indiferente al lector nos descubre la magia y la maravilla de la música pero también la cara amarga que llega cuando los escenarios se abandonan por la edad o por la falta de éxito.