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REMODELACIÓN

Una crisis de Gobierno para aguantar "30 meses" sin alterar a Podemos

Una crisis de Gobierno para aguantar '30 meses' sin alterar a Podemos
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(Foto: Pool Moncloa)
Javier Cámara
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javiercamaraelimparciales/12/12/24
sábado 10 de julio de 2021, 19:05h
Salen del Gobierno de Sánchez: Calvo, Ábalos, Redondo, Laya, Celaá, Campo, Duque y Uribes; Calviño será vicepresidenta primera.

Pedro Sánchez decía esta semana que “un buen chuletón es imbatible”. Lo que no sabíamos es que se iba a “comer” también a 7 ministros. En cualquier caso, ha dado la razón a todos los que criticábamos la gestión de su Gobierno por ineficaces, ya que ha cambiado a un buen puñado de ellos. Pero ha sorprendido también, todo hay que decirlo, porque no se esperaba que cesaran algunos con tanto peso en su gabinete. Eso sí, los de Podemos no los ha tocado porque, si no, el que se va de la Moncloa es él.

A Sánchez se le preguntaba mucho últimamente por una posible crisis de Gobierno (por algo será), y aunque volvía a insistir esta misma semana en que seguía sin ser una prioridad para él acometer un cambio de ministros en su Ejecutivo, fiel a su falta constante a la verdad, ha acometido la rumoreada remodelación antes de lo esperado. Hay que reconocer también, para sorpresa de propios y extraños, que los cambios en el Gabinete no incluyeran alguna de las carteras más criticadas de Unidas Podemos.

Las diferencias de criterio con algunos de los ministros que forman parte de la “cuota morada” y las exigencias desde Bruselas también para que aligere el gasto en uno de los Gabinetes más caros de Europa hacían pensar que esa remodelación afectaría, casi de forma segura, a los Ministerios de Consumo, con Alberto Garzón a la cabeza, y de Universidades, dirigido por Manuel Castells. Pero no, se ha quedado a gusto solo con los suyos.

En realidad, a Sánchez no le conviene mover un avispero que podría desencadenar en su salida abrupta de la Moncloa si la formación morada, débil tras el abandono de Pablo Iglesias por iniciativa propia, decide romper el acuerdo de Gobierno y dejar de apoyarle. Así, el presidente se tiene que seguir “tragando el sapo” y hacer sitio a ministros que han destacado por su ineficacia y alguno, incluso, por su práctica inexistencia, como es el caso concreto de Castells.

Sánchez tendrá que seguir aguantando a los que hacen méritos cada día para que se prescinda de ellos, como el responsable de Consumo, al que, chuletones a parte, se le olvida que es ministro de España y que se debe a los intereses, precisamente, de su país. Tampoco existe buena sintonía con Irene Montero, más relevantes en lo político, no así en lo que está siendo el desarrollo de sus competencias al frente del Ministerio que le ha tocado en el reparto, el de Igualdad, y que ha destacado más por su pulso constante con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, a cuenta de la Ley Trans. Sorprendentemente, con éxito para la de Podemos.

Se sabía que habría crisis, se dudaba de a qué departamentos en concreto afectaría y también estaba por saber si se haría antes de que se marcharan de vacaciones o después. Sánchez ha preferido irse a la playa tranquilo, aunque antes tendrá que sortear las críticas de la opinión pública y mediática haciendo poco o ningún caso a lo que le digan, que es lo que mejor sabe hacer.

Podemos, la sartén por el mango

Lo que está claro es que Podemos no se va a ver en otra igual, nunca ha tenido un partido de corte comunista tanto poder en un Gobierno de España y se resiste, lógicamente, a perder cuota de influencia. Amenazan siempre que ven nubarrones con romper el acuerdo de Gobierno que mantiene una coalición, que, aun así, está pendiente también del apoyo de nacionalistas e independentistas. Por eso, ya avisaban de que sus carteras, las que se negociaron con cuota, no se tocan, por lo menos los "30 meses que quedan de legislatura", que ha dicho Sánchez. Después ya se verá.

De esta forma, en Unidas Podemos esperaban un cambio de Gobierno, pero también que no afectara a la vicepresidenta tercera -ahora segunda- y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; a la ministra de Igualdad, Irene Montero; a la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra; al citado ministro de consumo, Alberto Garzón; y al desconocido responsable de Universidades, Manuel Castells.

Sobre la remodelación, el ministro Garzón apuntaba recientemente por tierras andaluzas: "No sabemos nada y, en cualquier caso, no nos afectaría porque tenemos claro que es un Gobierno de coalición en el que la parte de Unidas Podemos se autogestiona. No estamos en absoluto preocupados, estamos desarrollando nuestro trabajo y no echamos cuenta a los rumores. Pero, además, en este caso específico, toda la parte que corresponde a Unidas Podemos lo decide Unidas Podemos porque hay un acuerdo de coalición vigente y eso es a lo que nos debemos nosotros. La legítima estrategia del Partido Socialista no nos afecta".

Se trata así de la tercera reestructuración que acomete Pedro Sánchez después de que Carolina Darias sustituyese a Salvador Illa en Sanidad, Miquel Iceta asumiese la cartera de Política Territorial que dejaba Darias e Ione Belarra se situase al frente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 tras la salida de Iglesias.

Crisis de Gobierno

De esta forma, el presidente Sánchez aborda una remodelación “amplia” de su Gobierno para "consolidar la recuperación económica y generar empleo", que, además, supone "un relevo generacional" porque, ha incidido, reduce la edad media de sus ministros de 55 a 50 años. Algo por lo que se le podría acusar de "edadismo", o lo que es lo mismo, discriminación por razones de edad.

Además, ha querido destacar también la mayor presencia de mujeres, que pasan a ocupar de esta forma el 63% de las carteras, frente al 54% de antes.

Destaca que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, sale del Ejecutivo tras sus enfrentamientos con la cuota de Podemos en el Consejo de Ministros; la ministra Nadia Calviño será vicepresidenta primera, la ministra de Trabajo, la vicepresidencia segunda, y Teresa Ribera, la tercera.

Por su parte, Félix Bolaños, hombre de confianza de Sánchez y hasta ahora secretario general de la Presidencia, será el titular del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, también abandonará el Ejecutivo. Su puesto lo ocupará Diana Morant. El presidente del Gobierno también ha cesado como ministra de Exteriores a Arancha González Laya y será sustituída en el cargo por José Manuel Albares, ahora embajador en París.

También se marcha Iván Redondo, que deja el gabinete de la presidencia, un puesto que queda en manos de Óscar López. El ideólogo de la moción de censura contra Mariano Rajoy, el gurú de la estrategia que llevó a Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa, ha sido durante los tres años que ha ejercido de director del Gabinete del jefe del Ejecutivo, su "Rasputín" sin ser militante socialista y asumió el mando de la Secretaría de Estado de Comunicación y el Departamento de Seguridad Nacional..

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, también sale del Ejecutivo y será sustituído por Pilar Llop, hasta ahora presidenta del Senado. Deja la cartera envuelto en la polémica por el indulto a los presos del procés y sin lograr la renovación del Consejo General del Poder Judicial. El ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, cambia de cartera, pasa a Cultura y le sustituye Isabel Rodríguez, alcaldesa de Puertollano, que también será portavoz del Gobierno.

José Luis Ábalos también sale del Ministerio de Transportes, cartera que ocupará Raquel Sánchez, alcaldesa de Gavà. Será recordado, sobre todo, por dos escándalos políticos: el llamado Delcygate y el rescate de la aerolínea Plus Ultra, ambos relacionados con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro. También por no cumplir sus objetivos de presentar una ley de movilidad y otra de vivienda.

En educación, sale Isabel Celaá y entra Pilar Alegría, delegada del Gobierno en Aragón. Nos acordaremos de ella por la Ley de Educación que lleva su nombee (Ley Celaá) y porque afecta al castellano como lengua vehicular en la educación y por el papel que otorga a la la enseñanza concertada y la especial.

En definitiva, una crisis de Gobierno sin tocar a Podemos pare seguir igual que al principio, dependiendo para todo de ERC, PNV y Bildu. ¡Eso sí, al erario de va a costar una pasta!

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