Ante un baño de masas en Valencia, el líder de los populares exhibió unidad y la fortaleza de su proyecto para alcanzar la presidencia del Gobierno.
Pablo Casado, líder del Partido Popular, cerró este domingo la convención nacional del partido con una exhibición de unidad en torno a su liderazgo y un impulso a su proyecto para llegar a La Moncloa.
En una demostración de fuerza con un discurso ante 9.000 personas en la plaza de toros de Valencia, con 3.000 quedándose fuera, Casado aseguró que su partido sigue "unido como una piña y fuerte como una roca" y que están "preparados para volver a echarnos el país a las espaldas, para rescatar a nuestros compatriotas de la ruina y para abrir un nuevo horizonte para España".
AL AIRE LIBRE
Luis María Anson
La convención nacional del Partido Popular sirivió a Pablo Casado para reforzar su figura de cara a las próximas elecciones. Una cita para dar una imagen de unidad con el respaldo de los "barones" y disipar las dudas en torno a la posible enemistad con Ayuso, quien acortó su viaje a EEUU para dar un discurso en el que mostró su apoyo "incondicional" a Casado y asegurando que su sitio es Madrid.
"No he venido a hablar del inquilino de La Moncloa; él es pasdo aunque aún no lo sepa", dijo Casado antes de exclamar que "los españoles no recuperaremos nuestro empleo hasta que Sánchez no pierda el suyo".
Casado apeló a liberales, conservadores y "socialdemócratas decepcionados con los pactos de Sánchez con el nacionalismo radical" que volvieran al PP. "El Partido Popular se fundó para unir a todo lo que estuviera a la derecha del PSOE, pero ahora también tenemos conseguir la unión de todos los constitucionalistas", aseguró.
Apoyado por las encuestas que sitúan al PP como el partido más votado en unas hipotéticas elecciones, Casado argumentó que el PP ha logrado en estos tres años volver a ser el líder del centroderecha. En una clara referencia a la crisis de Ciudadanos, Casado declaró que "los que vinieron a sustituirnos se han ido quedando por el camino". "El PP es mucho PP", afirmó.
Las nuevas propuestas del PP
Aprovechando el escenario, Casado planteó en su discurso las nuevas líneas del proyecto del Partido Popular. Rechazando "las lecciones por parte de la izquierda" en democracia, constitucionalismo, ecología o feminismo, Casado esbozó los planes de su partido para hacer "politicas sin complejos".
Derogación de la ley Celaá de educación y de la ley de memoria democrática, junto a la reforma de las pensiones son algunas de las propuestas. La reducción de impuestos y la mochila austríaca tampoco quedaron de lado en la larga enumeración de promesas electorales.
"Nosotros nunca hemos defendido ningún telón de acero, ni ninguna dictadura, ni a Stalin como desde el Gobierno; a nosotros ni una lección de democracia", ha dicho Casado, tras la polémica después de que el Nobel Mario Vargas Llosa asegurase en el cónclave de los populares que "lo importante de unas elecciones no es que haya libertad en esas elecciones sino votar bien".
También hizo un elogio de la hispanidad tras las últimas polémicas con las declaraciones del presidente de México y el Papa, asegurando que dedicará el edificio del Ministerio de Agricultura junto a Atocha para crear un "Museo Nacional de Historia de España".
En un discurso de casi una hora, las mayores ovaciones, además de los gritos de "¡presidente, presidente!" llegaron también cuando mencionó a los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.