Podemos impone una ley de vivienda comunista

El presidente del Gobierno ha dado una nueva muestra de que antepone su poder personal a los intereses de la nación. No hay día que Sánchez no confirme la tesis de que hará cualquier cosa, caiga quien caiga, para aferrarse a la silla presidencial en La Moncloa, incluso caer en manos del más descarnado comunismo de su socio Podemos. Al presidente no le ha importado humillar a su vicepresidenta económica, Nadia Calviño, para ganarse el apoyo podemita. A pesar de que todavía tendrá que comprar las voluntades de otros apoyos parlamentarios, como los separatistas de ERC, no hay duda de que Sánchez removerá cielo y tierra con tal de asegurar unos presupuestos que prolonguen su legislatura.

Sánchez se ha plegado a una ley de carácter comunista por su necesidad de amarrar el poder. Ha caído como una bomba en el sector y ha causado el estupor entre la oposición. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se apresuraba a denunciar que la ley atentaba contra la propiedad privada y el ahorro, pilares de las sociedades prósperas.

El líder del PP, Pablo Casado, también ha alzado la voz contra el ataque a la propiedad privada y el ahorro. La ley anunciada ataca la libertad y la seguridad jurídica, ha dicho, y supone un intervencionismo que es "suicida" porque "lo que va a hacer la gente es no poner pisos en alquiler" y "va a subir el precio".

Por ello, ha avanzado este miércoles que su partido va a recurrir la ley de vivienda anunciada por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional, al igual que hizo hace un año con una ley similar aprobada en Cataluña, y ha asegurado que no se aplicará en las comunidades y en los ayuntamientos gobernados por el partido.

"Esto es el comunismo, exprópiese a las empresas y autónomos que ganan dinero", ha zanjado.

Mientras tanto, el presidente del Gobierno sigue empeñado en mantener su poder personal a cualquier precio, sin importarle traicionar el legado de las propias siglas del PSOE, los principios de la socialdemocracia, a sus propios compañeros de partido y los fundamentos del estado de derecho. Las urnas son más urgentes que nunca.