Una de esas frases que se usaba en los antiguos sistemas de enseñanza para memorizar hechos históricos decía: “San Hermenegildo, hijo de Leovigildo, que convirtió a los godos al catolicismo“. De esta manera se dejaba anclado en la memoria que este rey de nombre tan rotundo, Hermenegildo, fue el que cambió la religión del reino de los godos del arrianismo al catolicismo. Fue un hecho histórico y trascendente en la historia del reino de los godos, que además desencadenó innumerables luchas, la más destacada entre el propio padre y el hijo, que acabó con la cabeza de este último rodando por los suelos y al cumplirse 1000 años de su muerte fue Felipe II quien instó al Papa para que le elevara a los altares como mártir.
Esta disputa es la que da origen a todo lo que se recoge en esta novela. Nuestro protagonista se llama Vigorti, el cual anhela venganza y no parará hasta encontrarla, su sangre hierve al recordar como mataron a su padre. Éste era un importante cargo de la corte de Leovigildo, concretamente bucelario, una especia de auxiliar militar que defendía las posesiones y acompañaba en los combates al rey.
Maribel Carvajal, que fue finalista del VIII Premio Alexandre Dumas con esta novela, nos lleva a conocer la corte toledana, todas las intrigas familiares y las luchas intestinas que van aparejadas a las luchas de poder, algo que caracterizó a la monarquía goda. La ventaja que vamos a encontrar es que además de tener unos personajes muy bien desarrollados y que incluso generan controversia en el lector, vamos a encontrar una documentación histórica muy exhaustiva, esencial para poder elaborar una novela tan completa.
Vamos a ver cómo a lo largo de las páginas se abre paso nuestro protagonista tratando de alcanzar esa anhelada venganza, con los costes que eso tiene tanto en su vida personal como en las consecuencias que acarrea el llegar a conseguir calmar su conciencia y su espíritu, tremendamente atormentados por esa de traición que sufrió su padre.
Un paseo por el siglo VI de nuestra historia, por una monarquía y una época de nuestro pasado, muchas veces poco conocido y comprendido, pero que sin duda alguna, como ocurre con todos los antecedentes históricos, han servido para forjar lo que hoy es nuestro país.