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Ensayo

Milton Mayer: Creían que eran libres

domingo 15 de mayo de 2022, 21:09h
Milton Mayer: Creían que eran libres

Traducción de María Antonia de Miquel. Epílogo de Richard J. Evans. Gatopardo. Barcelona, 2022. 414 páginas, 24,50 €.

Por Alfredo Crespo Alcázar

En Creían que eran libres. Los alemanes, 1933-1945, la editorial Gatopardo nos ofrece una obra publicada por primera vez en 1954 por el profesor y pedagogo norteamericano Milton Mayer. En la misma, puso por escrito una exhaustiva investigación vivencial efectuada en la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial. Para ello se relacionó con una serie de lugareños (a los que denomina “mis amigos”) los cuales fueron seguidores de Adolf Hitler y cuyos testimonios disecciona en el libro.

El nazismo conquistó Alemania con vivas y gritos de júbilo, no por la fuerza. En este modus operandi colaboraron por omisión todos aquellos que optaron por mirar hacia otro lado cuando los judíos eran perseguidos y exterminados. Más en particular, los personajes de carne y hueso con los que Milton Mayer dialoga se unieron al Partido Nazi no por compartir una ideología sino porque era lo políticamente correcto, por temor o por deseo de ascender socialmente.

Al respecto, como nexo de unión entre todos ellos sobresale que entendieron el nazismo como la herramienta adecuada para solventar problemas concretos (el desempleo, la crisis económica...). En consecuencia, no percibieron nada malo en el nacional-socialismo, ni tampoco consideraron que violara los derechos humanos de determinados grupos sociales. En íntima relación con este argumento, los amigos de Mayer no atribuyen maldad a Hitler, solo errores estratégicos en forma de elecciones nefastas de consejeros: “En el régimen siempre hubo una guerra secreta contra Hitler. Emplearon métodos desleales contra él. Yo detestaba a Himmler. A Goebbels, también. Si a Hitler le hubiesen dicho la verdad, las cosas hubiesen sido distintas” (p.81).

Con todo ello, Mayer no exculpa a sus amigos pero señala que para dirigir una maquinaria liberticida como la nazi hacían falta muy pocos efectivos. Además, el régimen provocó una identificación absoluta entre ideología y funcionariado, poniendo fin al carácter apolítico que históricamente había caracterizado a este último en Alemania. Al respecto, la propaganda resultó un arma determinante puesto que permitió vertebrar la cohesión nacional a través de una serie de mantras (la ineficacia de la República de Weimar y, por extensión, de la democracia, la humillación provocada por el Tratado de Versalles o el riesgo de un posible triunfo de una ideología importada del exterior como era el comunismo).

A partir de la tercera parte de la obra, sus amigos alemanes pierden protagonismo en la narración. El autor se centra en reflexionar sobre la naturaleza y el carácter de Alemania como nación, sobre todo antes de 1945. Busca enumerar sus características y bucea para ello en el pasado. En este sentido, sobresale una nota distintiva: la noción de pueblo siempre ha estado por encima del individuo, lo que facilitó la persecución sistemática de todo aquel que fuera designado “enemigo de la nación” (p.314).

Asimismo, Milton Mayer también nos brinda datos históricos de relevancia, destacando entre los mismos la estrategia de los aliados a la hora de planificar la paz. En efecto, bajo el liderazgo de Estados Unidos rechazaron practicar un trato revanchista hacia Alemania, yendo en contra de las premisas contenidas en el Plan Morgenthau de 1944. Por tanto, se había aprendido la lección del Tratado de Versalles: Esta vez, mediante un gran proceso judicial, condenarían a los alemanes por sus culpas de acuerdo con la ley internacional y les convencerían de ello” (p. 167).

Este cambio de postura de los ganadores sin duda alguna facilitó la recuperación alemana de posguerra, afirmación aplicable solamente a la RFA, un fenómeno que recoge el autor, apuntando además que los veinte mil judíos que quedaban en Alemania iban camino de alcanzar, tanto en los asuntos grandes como en los pequeños, una distinción mayor que nunca antes” (p. 298). No obstante, la nueva época que empezaba este país a partir de 1945 mostraba un rasgo particular: su división en dos estados antagónicos, una consecuencia del escenario de Guerra Fría que entonces se iniciaba.

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